Zapatero comienza en su tierra su última campaña y defiende su gestión

No va a esconderse ni personal ni políticamente. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, emprendió la noche del viernes la campaña electoral con la petición implícita a los candidatos del PSOE de que no se arruguen ante el PP cuando echen sobre ellos como una losa la gestión de su Gobierno. Esta será la línea transversal de la campaña que Zapatero inauguró en León, su ciudad, anunciando que "dentro de un año" volverá a ella "de forma continua y permanente".

Al margen de la línea de campaña diseñada por el Comité Electoral del PSOE, que dirige José Blanco, el presidente del Gobierno aprovechará la decena de actos electorales que tiene previstos por toda España para defender las políticas que ha llevado a cabo durante estos siete años. No quiere irse con la cabeza baja, según señalan en su entorno.

Esta será la peculiaridad de esta campaña municipal y autonómica. No será fácil encajar la reivindicación de la tarea hecha con la realidad de que Zapatero se va, bien porque tuviera intención de hacerlo desde que llegó a la presidencia hace siete años, bien porque es consciente de que supone una rémora para su partido.

Como hizo ayer en León, el presidente recordará en cada uno de sus actos en esta campaña las inversiones del Gobierno central en cada comunidad autónoma, hablará de pasada del paro y sobre todo exhibirá la política social. Es más, ha inaugurado una nueva línea argumental respecto al paro, según la cual las causas vienen de los tiempos de Aznar, desde 1996, aunque ayer reconoció que también durante su mandato, entre 2004 y 2007, España mantuvo el mismo patrón de crecimiento del PP, basado en la construcción y que se ha derrumbado por completo. Ahora bien, puso muy en duda que Rajoy tenga "recetas" para hacer frente al alto nivel de desempleo, que es "fruto de los excesos del pasado".

Pero es la política social la idea central que Zapatero pide a los suyos que defiendan. "Debemos decir alto y fuerte que el PSOE ha conseguido el mayor nivel de protección social de la historia de España". Casi lo gritó, para desgranar a continuación cifras y "conquistas", como la cobertura del desempleo para más del 75% de los parados en estos momentos.

No le faltó a Zapatero, y seguramente así ocurrirá durante toda la campaña, el afecto y el respeto de los militantes socialistas. Es verdad que en León la situación era especial por estar en su tierra. Aunque todos repararon en que hace cuatro años, en el mismo lugar, el Palacio de los Deportes, reunió a más de 5.000 personas, en tanto que anoche no superaron las 4.000. Zapatero trató de animar a los candidatos de la provincia a abogar por la continuidad del alcalde de León, el socialista Francisco Fernández, y auguró el triunfo del joven candidato a la presidencia Óscar López. Los sondeos, no obstante, anuncian que el PP revalidará su mayoría absoluta, aunque Zapatero, con su proverbial optimismo, recordó que él ganó dos veces, aunque los sondeos vaticinaban su derrota. "Ahora no pido el voto para mí, sino para vosotros, para los candidatos socialistas, y lo hago a un año de que vuelva a León, a mi ciudad". Lo dijo hasta tres veces. A la tercera una militante gritó vehementemente: "¡Presidente, no se vaya!", tratándole de usted.