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El acusado del 11-M por error irá "hasta el final" con su protesta

Mohamed Haddad cumple 31 días de huelga de hambre por la negativa del Gobierno de darle asilo

"Voy a seguir está el final. Ya no tengo nada más que perder", asegura Mohamed Haddad, el tetuaní de 42 años, identificado por error como uno de los autores materiales del 11-M y secuestrado por la policía marroquí durante 45 días, al cumplir este lunes 31 días de huelga de hambre en protesta por la negativa del Gobierno español a concederle asilo político y por la orden de expulsión dictada en su contra que ya ha sido recurrida por los abogados de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). El recurso de CEAR argumenta que Haddad podría sufrir torturas si es entregado a Marruecos. Letrados londinenses de Amnistía Internacional están examinando su caso y esta organización se pronunciará en los próximos días sobre su caso, según fuentes consultadas por EL PAÍS.

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Haddad, cuya mujer y dos hijos viven en Madrid, inició su protesta en el Centro Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta donde permanecía desde el pasado mes de junio cuando cruzó la frontera marroquí, entró a una comisaría y pidió asilo político. La huelga de hambre del ciudadano marroquí continúa ahora en el Centro de Internamiento de Algeciras adonde fue trasladado por la policía el pasado día 7 tras abrirle un expediente de expulsión y retenerle sus pertenencias y teléfono móvil. En este centro espera la sentencia definitiva del juez y comparte una dependencia con otras ocho personas en situación similar a la suya. Haddad acude al comedor durante el desayuno, el almuerzo y la cena, pero sus compañeros devuelven su comida a la cocina. "Bebo agua con azúcar y el médico me proporciona dos ampollas con glucosa y una pastilla para mis dolores de estómago. Duermo muy poco, tengo dolores de cabeza y pinchazos en una mano. El médico y mis familiares insisten en que tengo que comer, pero he decidido continuar. Estoy totalmente concentrado en esta lucha", asegura en una conversación telefónica.

Los familiares de Haddad, su hermano y su mujer, aseguran que su expulsión a Marruecos "supone poner en peligro su integridad física y obligarle a vivir a merced de una institución, la DST (policía marroquí) que le ha secuestrado durante 45 días, que le ha retirado su pasaporte de forma extrajudicial durante dos años y que ha arruinado su vida obligándole a vivir separado de su esposa e hijas". "Pedimos desesperadamente apoyo a la sociedad civil", señala su hermano residente en Madrid.

El Ministerio del Interior denegó la petición de asilo porque no cumple los requisitos, "por el carácter instrumental de su solicitud" y porque tampoco aprecian razones humanitarias o de interés público en su petición". La resolución señala que Haddad al no obtener el correspondiente visado para entrar en España "optó por esta operación en claro fraude a la normativa vigente". El expediente recoge, además, informes policiales en los que se recuerda la vinculación de Haddad con un islamista marroquí al que "entregó su pasaporte, que fue juzgado por la Audiencia Nacional por integración en banda terrorista, aunque fue absuelto de su imputación al no poder comprobar el cumplimiento de los requisitos para la intervención de las comunicaciones". También añade que no se puede establecer la constancia de las torturas sufridas en la prisión marroquí de Temara porque la documentación aportada por el expediente de petición de asilo tiene más de cinco años, aunque reconoce que fue detenido por los servicios secretos marroquíes durante mes y medio, algo que nunca admitieron ni las autoridades españolas ni marroquíes.

El recurso presentado por CEAR contra la expulsión de Haddad ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional critica que la negativa de asilo incluya estos informes policiales de la Comisaría General de Información porque suponen una imputación informal contra él y le pone en riesgo ante las autoridades marroquíes. "Cometí el error de dejar mi pasaporte en el año 2000 a una persona y estoy crucificado de por vida", reconoce Haddad.

Mohamed Haddad estaba en Tetuán cuando se produjeron los atentados del 11-M en 2004 e inicialmente fue identificado por error como autor material del ataque. Mientras permanecía detenido en la cárcel de Temara y su familia denunciaba su secuestro por la policía política marroquí, dirigentes del PP y El Mundo acusaron a Marruecos de protegerle y vertieron contra él graves acusaciones. Tras su puesta en libertad el juez Del Olmo y la fiscal Sánchez le interrogaron en Rabat y nunca estuvo imputado en la causa. "Mi sueño es volver a España a reunirme con mi familia. Es lo único que pido", dice desde el Centro de Internamiento en Algeciras.

Mohamed Haddad, fotografiado en Tetuán en 2006
Mohamed Haddad, fotografiado en Tetuán en 2006FIDEL RASO

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