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Reportaje:EL FUTURO DEL ESTADO AUTONÓMICO

"Aquí culmina el desarrollo autonómico de Cataluña"

El presidente del Gobierno explicó a sus colaboradores que la propuesta aceptada por CiU supone el techo del autogobierno catalán

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó ayer a sus colaboradores que con el acuerdo político alcanzado la víspera con el líder de CiU, Artur Mas, sobre el Estatuto de Cataluña, tras la maratoniana reunión de seis horas que mantuvieron en La Moncloa el sábado por la noche, "culmina el desarrollo autonómico de Cataluña para una o varias generaciones".

Zapatero se encontraba ayer satisfecho, según sus colaboradores, tras la compleja negociación, primero por vía bilateral y, finalmente, multilateral, sostenida desde octubre, por la delegación socialista, encabezada por Alfredo Pérez Rubalcaba, y las de los partidos catalanes.

Por un lado, cree que ha logrado "dejar limpio como la patena" de inconstitucionalidades el texto que vino del Parlamento catalán, tal y como prometió en León, el 1 de octubre pasado, al día siguiente de la aprobación del proyecto de Estatuto por el Parlamento.

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Y, por otro, el Estatuto, en la redacción actual, garantiza que "la solidaridad la define el Estado". Los aspectos que conformaban la bilateralidad en las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña, que suprimían la capacidad del Estado para recaudar impuestos en Cataluña o la definición de nación con fuerza jurídica han desaparecido, subrayan en La Moncloa.

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"Cataluña estará más integrada en España al reconocer mejor su singularidad y responder adecuadamente a sus demandas", añaden las mismas fuentes.

También cree La Moncloa que el acuerdo político logrado sobre el Estatuto de Cataluña fija un referente para todo el proceso de reformas estatutarias iniciado en otras comunidades y conjura el fracaso que su oposición política había vaticinado sobre este proceso. Todo, dicen, es generalizable al resto de autonomías, salvo cosas concretas como la singularidad de la lengua. "El acuerdo político sobre el Estatuto muestra que el proceso de reformas estatutarias es viable en España y cuestiona el catastrofismo con que el PP ha respondido desde un principio frente a él", señalaban ayer en La Moncloa.

Más bien al contrario, estiman que este acuerdo político, que hace viable el Estatuto, servirá para poner en valor su utilidad para adaptar el Estado de las Autonomías a la nueva realidad española, 25 años después de aprobada la Constitución, con nuevas competencias, mejor definición en otras, un sistema de financiación más descentralizado y un mejor reconocimiento de las singularidades de las comunidades autónomas sin privilegios. "El Estatuto de Cataluña y las reformas territoriales son un instrumento para la modernización de España", señalan en Presidencia del Gobierno.

Además, añaden sus colaboradores, el acuerdo político sobre el Estatuto le imprime "una importante autoridad" para afrontar uno de los principales retos de su mandato, el proceso de pacificación y normalización de Euskadi.

Zapatero puso, desde el comienzo, mucho interés en integrar a CiU en el proceso estatutario de Cataluña. Más allá de la importancia aritmética de CiU, el partido mayoritario de Cataluña, para asegurar su mayoría, Zapatero ha puesto especial interés en que el nacionalismo moderado y constitucional, que representa CiU, participe activamente en el proceso. Lo hizo en septiembre, antes de aprobarse el texto en el Parlamento de Cataluña y lo ha vuelto a hacer ahora.

Zapatero, que ha estado en contacto telefónico con Mas durante el proceso, le comunicó a mediados de semana que estuviera localizable el fin de semana. El sábado por la mañana, en que Zapatero participó en el Comité Federal del PSOE, citó a Mas para la tarde en La Moncloa.

En la reunión, que alcanzó las seis horas, Zapatero y Mas empezaron abordando la denominación de Cataluña en el Estatuto. Fueron ambos, en una discusión que se prolongó casi tres horas, y después de varios ensayos, quienes dieron con la fórmula final.

A partir de ahí, se enfrascaron en el debate sobre la financiación autonómica. Se pusieron de acuerdo sin mayores problemas en la propuesta de cesta de impuestos -con el aumento de la cesión del IRPF, impuestos especiales e IVA- que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, adelantó antes de las fiestas navideñas. "Era un tema ya muy trabajado", señalaron ayer en La Moncloa.

El debate se centró en caracterizar la Agencia Tributaria en Cataluña y duró otras tres horas más. De hecho, esta cuestión la zanjaron Zapatero y Mas, con una solución intermedia: los impuestos compartidos los gestionará un consorcio entre las dos agencias tributarias, la autonómica y la estatal, que entrará en vigor a los dos años de aprobarse el Estatuto.

Terminaron la reunión con el cierre de algunos flecos menores en aspectos competenciales. Para ese momento, Mas ya había dado el sí al acuerdo político y decidió con Zapatero anunciarlo públicamente.

Josep Lluís Carod Rovira y José Luis Rodríguez Zapatero, hace un año en La Moncloa.
Josep Lluís Carod Rovira y José Luis Rodríguez Zapatero, hace un año en La Moncloa.LUIS MAGÁN

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