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Las Cortes de Castilla-La Mancha votan retirar el proyecto de Estatuto

Barreda y Cospedal se culpan mutuamente del fracaso de la reforma.- La guerra del agua condiciona las expectativas de ambos partidos

El debate en la Asamblea regional no ha deparado sorpresas y la votación tampoco. Las Cortes de Castilla-La Mancha han solicitado, con el voto a favor de los diputados socialistas y el rechazo de los del PP, la retirada del proyecto de reforma del Estatuto autonómico, pese a que el texto fue aprobado por unanimidad en esa misma Cámara el 29 de enero de 2007.

Tres años después, los líderes de las dos fuerzas mayoritarias de la región, el presidente de la Junta, el socialista José María Barreda, y la actual secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se han culpado mutuamente de un fracaso que se hizo patente el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados.

Durante la sesión de hoy, Barreda ha acusado a Cospedal de anteponer su condición de número dos nacional del PP a la de presidenta del partido en Castilla-La Mancha y de, por tanto, someterse a los deseos de los barones regionales de Valencia y Murcia. Precisamente, el presidente castellanomanchego ha alabado la figura de su homólogo murciano para arremeter contra su oponente política al asegurar que le gustaría que Cospedal supiera "tanto de agua como Valcárcel".

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Por su parte, la líder de la oposición ha reclamado a Barreda que dimita porque la retirada del texto es "un fracaso personal" del presidente, al tiempo que le acusó de no querer "resolver el problema del agua" para vivir de él "políticamente", a lo que el presidente regional ha respondido con la convicción de que habrá nuevo Estatuto cuando el PP tenga "dirigentes que piensen en Castilla-La Mancha".

Expectativas condicionadas

Barreda y Cospedal competirán por la presidencia de la comunidad en mayo del próximo año y, en su confrontación, los dos partidos se juegan el primer asalto de las generales de 2012, en uno de los feudos socialistas más estables. Ya no tienen que darse la tregua obligada que hubiera seguido a la aprobación del nuevo Estatuto con los votos de los dos partidos en el Congreso.

El argumentario en el debate ha sido un preludio del que los castellanomanchegos podrán escuchar en la camapaña. Barreda, con apoyo total de la ejecutiva federal del PSOE, repetirá hasta la saciedad que su adversaria votó un Estatuto ambicioso en todos los terrenos, pero sobre todo en el agua, causa final de la ruptura, que no ha podido mantener. Los socialistas repetirán que Ramón Luis Valcárcel, presidente de Murcia, del PP, ha logrado sus objetivos, imponiéndose a su secretaria general.

De Toledo salió un texto en el que el trasvase del Tajo al Segura tocaría a su fin en 2015. Después de meses de oposición intensa de los socialistas de Valencia y Murcia y con objeciones de la ejecutiva federal, los socialistas negociaron con Barreda hasta la extenuación para que rebajara sus expectativas. Los dirigentes valencianos y murcianos del PSOE seguían sin estar de acuerdo, pero la dirección del PSOE, con la intervención decisiva de la secretaria de Organización, Leire Pajín, y del responsable de Política Autonómica, Gaspar Zarrías, zanjaron el asunto una vez que Barreda accedió a rebajar el establecimiento de una reserva hídrica de 6.500 hectómetros cúbicos a 4.000. La oferta del PP, presentada minutos antes de que se votara el texto de la ponencia, no mencionaba la creación de esa reserva sino que se limitaba a informar de que el Gobierno de la región situaba en 4.500 hectómetros cúbicos las necesidades de agua de esta comunidad. Por eso, "por todos los pueblos de Castilla-La Mancha", el PSOE denunciará al PP, en general, y a Cospedal, muy singularmente, por haber cedido ante Murcia.

Está en juego el discurso del PP que pretende unificar sus posiciones en todas las comunidades. Porque en el Estatuto de Aragón, el PP condicionó su apoyo a que se incluyera una reserva estratégica de más de 6.000 hectómetros cúbicos. Y aceptó que en otros se hablara de agua. Hoy mismo, el decano de los barones del PP, el riojano Pedro Sanz, presentará en el Tribual Constitucional el recurso contra el blindaje del concierto vasco que apoya Antonio Basagoiti en Euskadi. El PSOE de La Rioja apoya el recurso en contra de la dirección federal. La campaña será durísima y en el PP son conscientes de la dificultad de defenderse, cuando nadie tiene duda de la intervención directa y constante del presidente de Murcia para que el nuevo Estatuto no cortara ni una gota de agua del trasvase. La presencia de Ramón Luis Valcárcel en el Congreso, el día en el que la Comisión Constitucional tenía que dictaminar el texto, sirvió a los socialistas para denunciar "la exhibición del que manda", como repitieron sin cesar. Desde el PP se trató de explicar que, a pesar de todo, habían podido encontrar el acuerdo con Valcárcel en el último momento, consistente en definir las necesidades de agua de la región. Pero sin crear ninguna reserva, ni siquiera en el preámbulo, como propuso Barreda.

El Congreso seguirá ahora el trámite de la reforma del Estatuto de Extremadura, atascado por el manchego.

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