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Un informe policial asegura que Batasuna y ETA coordinaron sus mensajes tras el atentado de Barajas

La policía subraya la importancia de que la banda mantenga la amenaza de atentar

Batasuna y ETA coordinaron su respuesta al atentado de Barajas, según un informe policial de la Comisaría General de Información al que ha tenido acceso la cadena SER. El documento, elaborado el pasado 10 de enero, un día después del comunicado en el que ETA asumió la autoría del atentado, sostiene que la banda y su brazo político se pusieron de acuerdo en el tiempo y en la forma de sus mensajes. Además, el informe destaca la importancia de que ETA mantenga la amenaza de atentado.

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Los responsables del informe observan “una perfecta coordinación entre los portavoces oficiales de Batasuna y la propia organización terrorista, porque tras el atentado ambas partes han mantenido que esto no supone la ruptura del alto el fuego ni del proceso en si mismo". Los mensajes a los que se refiere el documento son la comparecencia del portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, el día ocho de enero y el comunicado de ETA en el que se responsabilizaba del atentado al día siguiente.

Además, la policía concede mucha importancia a la amenaza etarra de cometer atentados si no se aceptan sus condiciones en el proceso de paz. Tanto en el comunicado del 9 de enero como en otros mensajes anteriores ya se menciona la posibilidad de acciones armadas. Así, entiende la policía que el comunicado del 9 de enero contiene un mensaje parecido al del 18 de agosto del 2006 y al que leyeron unos encapuchados el día del Gudari Eguna en Oiartzun. En el primer caso, ETA aseguraba "que las actitudes represivas son incompatibles con el desarrollo del proceso con lo cual ETA responderá si continúan los ataques" y en Oiartzun, el pasado septiembre, la organización se comprometía a "seguir luchando con las armas en la mano, hasta conseguir la independencia".

El informe recoge también que para ETA la situación continúa igual que antes del atentado mortal de Barajas y que este atentado no ha tenido una finalidad rupturista, sino al contrario potenciadora del proceso con la pretensión de un cambio de actitud del Gobierno.

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