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Los presos etarras Sistiaga y Guisasola abogan por retomar el proceso de paz

Critican en una carta que la banda terrorista asuma "el papel de garante" de los intereses en el País Vasco.- Rubalcaba: "ETA corta de raíz esas disensiones"

Los presos de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga, Langile, y Carmen Guisasola, Lourdes, se han desmarcado de la orientación estratégica de la banda terrorista y apuestan por retomar las conversaciones con el Gobierno con el objetivo de "materializar una solución negociada" y alcanzar la paz en el País Vasco. Urrusolo y Gisasola, autores de una carta que hoy publica el diario Gara, critican el "supuesto papel de garante" de los intereses de Euskadi que tiene la organización armada. El ministro del Interiror, Alfredo Pérez Rubalcaba, en declaraciones a Tele 5, se ha mostrado escéptico: "Hay que ser desgraciadamente realista; ETA corta de raíz esas disensiones".

Sistiaga, jefe del comando Ekaitz -condenado a 37 años en 1995-, y Guisasola, al frente de los grupos legales de la banda entre septiembre y noviembre de 1990, rechazan cualquier "viraje hacia discursos y prácticas de cerrazón" y esperan poder "avanzar en un proceso de paz" y "en las dinámicas e ilusión que se creen en la sociedad" para acabar con la violencia en detrimento del "supuesto papel de garante" que la organización armada pueda aportar.

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"Si en España se hubieran reagrupado los reclusos de ETA", según Sistiaga y Guisasola, "ya se habría materializado" un acuerdo político, como sucedió en Irlanda del Norte". Los dos etarras, cuya misiva se enmarca dentro de los movimientos de disidencia surgidos en el seno de ETA en torno al Colectivo de Presos Políticos Vascos, se encuentran presos en la cárcel de Córdoba, donde reconocen sus deseos de que "ni el mito" de la banda terrorista "ni el mundo de los presos" unan a la izquierda abertzale en el País Vasco.

Tensiones en ETA

Tras asegurar que la banda terrorista corta drásticamente las opiniones contrarias, Rubalcaba ha señalado que después del fracasado proceso de paz hay "tensiones" dentro de ETA. "El Estado arriesgaba poco -con el diálogo-, quien perdía era ETA. La ciudadanía vasca se da cuenta de que el Estado ya lo ha intentado tres veces".

El ministro ha vuelto a pedir prudencia ante manifestaciones como las de Sistiaga y Guisasola. "Tenemos que gestionarlo con cuidado, cuanto más débil está ETA, más miedo hay que tenerla".

El "discurso vacío" de Batasuna

En julio la banda terrorista destituyó al responsable del colectivo de presos en las prisiones y desde este verano el encargado es, en exclusiva, un dirigente etarra. ¿El Objetivo? Reforzar su disciplina sobre un colectivo en el que, en los últimos meses, han crecido las voces disidentes contra el trato discriminatorio que reciben unos reclusos respecto a otros: un malestar existente por la ruptura de la tregua de ETA.

En la misiva publicada en Gara ambos etarras explican que decidieron "voluntariamente" abandonar el colectivo por "el trato" que esta organización dio a los etarras José Luis Alvarez Santacristina, Txelis, uno de los líderes de esta disidencia carcelaria, y Kepa Pikabea Ugalde, y su expulsión de la misma. Sistiaga y Guisasola critican, por último, el "discurso vacío" de Batasuna a la hora de plantear sus condiciones para lograr la paz. Los dos etarras advierten, no obstante, que si la izquierda abertzale no consigue "funcionar de una manera abierta y participativa, se perderá el potencial que tiene como motor para el futuro" en el País Vasco.

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