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El futuro de América Latina

Cuba regresa a las cumbres regionales de la mano de Lula

Raúl Castro fue el invitado estrella en la reunión de Mercosur

Soledad Gallego-Díaz

La presencia de Raúl Castro en Sauípe (Brasil) marca el regreso del presidente de Cuba a las grandes cumbres regionales, de las que ha estado ausente ocho años (desde la Cumbre Iberoamericana de Panamá en 2000), y responde tanto al esfuerzo del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como a un nuevo deseo del régimen cubano de "subir" su nivel de representación a nivel internacional.

Lula no ocultó su satisfacción, y en su primera intervención pública, en la inauguración de la cumbre de Mercosur, con Castro como invitado estrella, resaltó que la presencia del presidente cubano era muy importante "para todos nosotros". "Ésta es la primera de las muchas reuniones en las que vamos a contar con su presencia", remachó. Castro, por su parte, puso énfasis en que es la primera ocasión en la que todos los países "al sur de Río Bravo" van a reunirse "sin exclusiones" y sin presencias ajenas a la región.

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Su discurso, muy alejado de la oratoria vehemente de Fidel, tuvo un tono contenido. Cuba, dijo, está en disposición de trabajar en los esfuerzos de integración regional. Advirtió, sin embargo, que no bastará con reclamar la presencia latinoamericana en los organismos internacionales, y aseguró que América Latina tiene capacidad para "construir sus propias normas para la región". El hecho de que Castro hablara inmediatamente después del nicaragüense Daniel Ortega, que ofreció un discurso incendiario, ayudó a acentuar todavía más su moderación.

En los últimos años, y sobre todo a raíz de la enfermedad de Fidel Castro, Cuba pareció alentar casi exclusivamente su relación con ALBA, la organización creada por el presidente venezolano, Hugo Chávez. Su presencia en Sauípe supone, en este sentido, no sólo un indudable éxito para Cuba sino también cierto cambio estratégico. Al integrarse en la Cumbre de América Latina y Caribe (CALC), el régimen cubano da a entender a EE UU que no está tan aislada como Washington ha pretendido, pero también reconoce su pertenencia a una región con intereses comunes.

El escenario puede ser especialmente atractivo para la reaparición internacional de Cuba y de Raúl Castro porque no se encontrará aislado (asisten Chávez, el ecuatoriano Rafael Correa y el paraguayo Fernando Lugo, con los que mantiene buenas relaciones), y porque Lula garantiza una visión moderada y respetuosa.

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Interrogado sobre si Lula se ha ofrecido a mediar entre Cuba y el nuevo presidente de EE UU, Barack Obama, Castro se limitó a señalar que "hay muchas proposiciones". "Si Obama quiere dialogar, hablaremos. Si no, no hablaremos". Castro, que insistió en que cualquier mediación debería respetar "hasta la última gota de soberanía cubana", parece no haberse decidido por un interlocutor, y mantuvo conversaciones bilaterales con el mexicano Felipe Calderón y con el vicepresidente colombiano, Francisco Santos.

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