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EE UU reforzará la seguridad nuclear de Pakistán

Obama se reúne mañana en la Casa Blanca con Zardari y Karzai

Yolanda Monge

El jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, manifestó ayer su preocupación por el avance de los talibanes en Pakistán, pero declaró que cree que las armas nucleares no están amenazadas. "Estoy muy preocupado por el avance que han hecho en el sur y en el interior de Pakistán", dijo Mullen. "Las consecuencias de su éxito amenazan directamente nuestros intereses nacionales en la región y nuestra seguridad en casa". Preguntado sobre si estaba "seguro" de que el arsenal nuclear no estaba en peligro, Mullen se limitó a decir que "confiaba" en que así fuera. Añadió que Washington trabaja junto a las autoridades paquistaníes en un plan para mejorar la seguridad de su arsenal nuclear y mostró su confianza en que el Ejército de Pakistán será capaz de hacerlo.

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Estados Unidos vive con preocupación los graves acontecimientos que se desarrollan en Pakistán, único país musulmán en poder de la bomba atómica. Prueba de ello es la frenética actividad que se vive tanto en el Pentágono como en el Departamento de Estado. En apenas unas semanas, Mullen viajó dos veces a la región para visitar a las tropas en Afganistán y para mantener conversaciones con las autoridades paquistaníes. Mañana, el presidente Barack Obama recibirá al presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, y a su homólogo afgano, Hamid Karzai. Y en el Congreso hay una petición de 400 millones de dólares (300 millones de euros) por parte del Pentágono para financiar la contrainsurgencia paquistaní, aunque el total que reclama la Administración para los próximos cinco años respecto a Pakistán asciende hasta los 3.000 millones de dólares.

El programa que pretende poner en marcha el Pentágono con ese dinero aceleraría y expandiría el entrenamiento y el equipamiento de las fuerzas de seguridad paquistaníes. La Administración de Obama está presionando al Congreso para que los comandantes del Ejército tengan los mismos poderes en la toma de decisiones respecto a Pakistán que en las zonas de combate de Irak y Afganistán.

A pesar de reconocer que hay un límite a lo que Washington sabe sobre ese arsenal, según Mullen, los militares paquistaníes son conscientes del peligro que se corre si llegara a caer en manos de los insurgentes. "Sé lo que hemos logrado allí en los últimos tres años con nuestra inversión y asistencia", dijo Mullen. "He visto cómo su seguridad mejoraba dramáticamente en los pasados tres años", puntualizó el militar.

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En palabras del propio Obama, los militares paquistaníes han comenzado a tomar "mucho más en serio la amenaza de los extremistas" islámicos después de que recuperaran la principal ciudad en el valle estratégico de Buner, a un centenar de kilómetros de Islamabad y donde los talibanes se habían hecho fuertes. Antes de esa ofensiva, Washington temió que el Gobierno de Zardari estuviera haciendo demasiadas concesiones a los talibanes, refugiados en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán.

La Administración estadounidense considera que el éxito en la guerra de Afganistán va unido a la seguridad en Pakistán. Al acceder a la presidencia, Obama hizo de Afganistán su prioridad internacional y alejó el foco de Irak. Anunció el envío de 21.000 soldados suplementarios a Afganistán y en una nueva estrategia divulgada en marzo se integra completamente a Pakistán en el teatro de operaciones, sin el cual la cuestión afgana no puede resolverse, según Washington.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ya ha anunciado que espera "sesiones intensas" cuando los presidentes de Afganistán y Pakistán lleguen a Washington para las negociaciones a tres bandas. Clinton, quien se reunió con los ministros de Relaciones Exteriores de Afganistán y Pakistán en febrero, dijo que tales reuniones son útiles para "cambiar los enfoques" y seguir adelante con los planes de Washington en ambas naciones. "Tendremos algunas sesiones muy intensas sobre los detalles de lo que estamos buscando lograr", dijo Clinton sobre las reuniones a nivel presidencial que comienzan en Washington mañana miércoles.

Karzai, durante los trámites para la inscripción de su candidatura en las presidenciales afganas.
Karzai, durante los trámites para la inscripción de su candidatura en las presidenciales afganas.REUTERS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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