La Eurocámara aprueba la resolución de condena a París por las expulsiones

El Parlamento Europeo repudió ayer enfáticamente las repatriaciones de gitanos búlgaros y rumanos decretadas por el Gobierno de Nicolas Sarkozy por considerar que atentan contra el consagrado principio de la libertad de circulación de los ciudadanos europeos en la Unión. La Eurocámara, en una resolución simbólica con valor político, pero no jurídico, reclama a París la inmediata suspensión de las deportaciones. Francia reaccionó en el acto y en la propia Bucarest, por boca del ministro de Inmigración, Eric Besson, negó que vaya a someterse a tal dictado político.

El pulso en la Eurocámara entre los conservadores -que ven las expulsiones como una aplicación legítima y legal de los límites que la legislación europea impone a la circulación de las personas- y el resto de las principales familias políticas (socialistas, liberales, verdes e izquierda) se saldó con la derrota de los correligionarios de Sarkozy. Por 337 votos contra 245 y 51 abstenciones, el Parlamento Europeo expresó su rechazo a la mano dura del Elíseo con los gitanos. El Parlamento expresa "profunda preocupación por las medidas adoptadas por las autoridades francesas y por otros Estados miembros con respecto a los gitanos" e "insta a tales autoridades a suspender inmediatamente las expulsiones de gitanos".

Adelantándose a la reacción de París de hacer oídos a sus euroseñorías, el Parlamento pide a las instituciones europeas y a los Gobiernos de la Unión que intervengan en el mismo sentido, si bien dice lamentar "la respuesta tardía y limitada" de la Comisión. El Ejecutivo comunitario dice estar todavía analizando en detalle los hechos. "Si hay problemas legales no dudaremos en adoptar las medidas pertinentes", mantiene José Manuel Durão Barroso.

Muy volcada en el caso francés, la resolución no identifica qué otros Estados suscitan inquietud por sus aparentes intenciones de seguir el ejemplo de París, pero en el intenso debate del pleno del martes se mencionó a Italia y Hungría. "Todos los ciudadanos de la UE y sus familias tienen derecho a la libertad de movimiento y de residencia en la UE", uno de los derechos sobre los que se erige la propia Unión y por ello las expulsiones masivas "violan los tratados de la UE y la legislación comunitaria", según el Parlamento. Nadie cuestiona que el derecho a la libertad de movimiento conlleva obligaciones, pero los parlamentarios subrayan que las restricciones están concebidas como excepciones al principio. Nada de expulsiones masivas.

"Las expulsiones deben ser decididas caso por caso, teniendo en cuenta las circunstancias personales y con garantías", señala la resolución. "Solo podrán basarse en la conducta personal del interesado y no en consideraciones generales de prevención ni en el origen étnico o nacional". Para la Eurocámara, "la falta de medios económicos" tampoco justifica las expulsiones automáticas.