_
_
_
_
_

Obama y Bill Clinton comparecen juntos para defender el plan de impuestos

El presidente se marcha y deja a su predecesor a solas en la rueda de prensa en la Casa Blanca

Barack Obama y Bill Clinton, durante la rueda de prensa en la Casa Blanca.
Barack Obama y Bill Clinton, durante la rueda de prensa en la Casa Blanca.AFP

La sala de prensa de la Casa Blanca ha sido escenario hoy de un acontecimiento insólito, cuando el presidente actual, Barack Obama, se ha marchado y ha dejado en el podio a su predecesor demócrata Bill Clinton para que contestara a la preguntas de los medios y defendiera el controvertido acuerdo impositivo con los republicanos para extender los recortes fiscales de la era Bush. Ambos se han reunido durante hora y media a solas en el Despacho Oval y han comparecido juntos por sorpresa en la sala de prensa para apoyar el acuerdo de recorte de impuestos que Obama cerró el martes con los líderes republicanos y cuyo futuro es incierto en el Congreso ante la resistencia que ha generado entre las bases demócratas. El acuerdo, por 647.000 millones de euros y que puede ser aprobado por el Senado esta semana, extiende los recortes de impuestos a los trabajadores de ingresos medios y los más ricos e incluye una extensión de las prestaciones por desempleo y una reducción de impuestos sobre la nómina.

Más información
Obama reduce impuestos a las empresas para que creen empleo
Obama mantiene el recorte de impuestos de Bush
Los republicanos imponen a Obama mantener los recortes fiscales
Los demócratas rechazan el pacto fiscal de Obama
El Congreso de EE UU aprueba el plan de rebaja de impuestos de Obama

"Ya me siento bastante raro compareciendo aquí y me deja solo ante el peligro", ha bromeado Clinton cuando Obama le ha cedido la palabra al comienzo del evento. Tras el humor, al grano: "Creo que, tomado como un todo, este acuerdo es el mejor al que podemos llegar entre los dos partidos". "Espero que mis correligionarios demócratas le den su apoyo", les ha instado el ex presidente, claramente a sus anchas en el podio, mientras Obama asentía con la cabeza. Si los periodistas ya se habían sorprendido con la llegada imprevista de los dos presidentes, se quedaban definitivamente atónitos cuando Obama, tras las primeras frases del marido de la jefa de la diplomacia estadounidense, ha abandonado la sala. Después de darle unas palmaditas en la espalda, Obama ha dejado solo a Clinton con la prensa, excusándose con el argumento de que debía asistir a una recepción y su esposa, Michelle, llevaba media hora esperándole.

"Hubiera hecho exactamente lo mismo"

"Vete", le ha replicado su antecesor, que ha procedido a contestar las preguntas de los periodistas frente al sello de la Casa Blanca, como si aún ocupara la residencia presidencial y no hubieran pasado 10 años desde que la abandonó. Mientras los reporteros, que no salían de su asombro, no dejaban de tomar fotografías o enviar mensajes por Twitter sobre lo que ocurría, Clinton continuaba su defensa del acuerdo impositivo, que prorrogará los recortes aprobados durante el mandato de George W. Bush para todos durante dos años, a cambio de prorrogar los subsidios de desempleo 13 meses. "Si hubiera estado en el cargo, hubiera hecho exactamente lo que el presidente ha hecho", ha dicho acerca del acuerdo impositivo el ex presidente, que también sufrió derrotas importantes frente a los republicanos en las elecciones al Congreso dos años después de alcanzar la Presidencia.

"Es necesario que los partidos se unan", ha insistido, al indicar que el pacto permitirá un mayor crecimiento de la economía y fomentará la creación de empleo para dejar definitivamente atrás la recesión de los últimos años. Según Clinton, "no queremos que nos pase lo que a Japón", que tras una década de fuerte crecimiento en los años ochenta y noventa ha sufrido otros diez años de estancamiento en su economía, lo que le ha hecho retroceder del segundo al tercer puesto en la clasificación mundial. Los recortes de impuestos expirarán el próximo día 31 si el Congreso no aprueba antes su continuidad. La Casa Blanca ha lanzado una auténtica ofensiva política y de relaciones públicas para promover el acuerdo, alcanzado el pasado martes.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Clinton era conocido por su estrategia de triangulación, que suponía mostrar su disposición a trabajar con los republicanos en asuntos populares entre los votantes moderados, como la reducción del déficit, aunque estos esfuerzos levantaran polémica en su propio partido. Algunos demócratas ven el acuerdo de Obama sobre los recortes de impuestos con la oposición como un ejemplo de esta estrategia. La comparecencia de Clinton es la última en una serie que ha incluido una rueda de prensa del propio Obama, apariciones diarias del presidente ante la prensa y un aluvión de correos electrónicos enviados por la Casa Blanca enumerando los respaldos con que cuenta la medida. Todo para convencer a los propios demócratas de la Cámara de Representantes, que se han negado a aprobar la medida al considerar que beneficia mucho y a todas luces a los más acaudalados. Obama abogaba por excluir de los recortes de impuestos a quienes ingresaran más de 250.000 dólares anuales, aunque finalmente los republicanos, que defendían los recortes para todos, se impusieron en ese asunto.

El ex presidente ha roto también una lanza en favor del tratado de desarme nuclear con Rusia START, otra de las prioridades legislativas que Obama quiere ver aprobadas antes de que concluya el año y que se encuentra estancado en el Senado.El tratado, ha señalado Clinton, "es muy importante para el futuro de nuestra seguridad nacional. No es un acuerdo radical". Los demócratas necesitan 67 votos en el Senado, dos tercios de esta cámara, para poder aprobar el START. En la actualidad cuentan con 58 escaños y necesitan nueve votos republicanos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_