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Polonia aprueba el Tratado de Lisboa

La República Checa es el único país de la UE que todavía no ha dado su visto bueno a la Carta

El presidente polaco Lech Kaczynski ha firmado este sábado el Tratado de Lisboa y deja a la República Checa como el único país de la UE que no ha completado el proceso de ratificación. Con esta rúbrica Kaczynski pone fin a más de un año de oposición al documento y sube finalmente a Polonia al tren de la construcción europea.

El presidente polaco, un conservador euroescéptico, ha firmado la ratificación del Tratado durante una ceremonia celebrada en el palacio presidencial, a la que ha acudido el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso y el presidente de turno de la UE, el sueco Fredrik Reinfeldt. El presidente polaco ha asegurado que con este tratado "la Unión Europea sigue siendo una unión de naciones soberanas y debe sigue abierta a la incorporación de nuevos miembros, incluídos los países de los Balcanes y Georgia".

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El Tratado "mejora" el funcionamiento de las instituciones comunitarias, ha señalado Lech Kaczynski, quien ha cumplido así su anuncio de ratificar el texto sólo después de que Irlanda lo aceptase en referéndum, algo que sucedió la pasada semana, cuando cerca del 70% irlandeses votaron a favor de la Carta.

En abril de 2008, hace ahora 555 días, el Parlamento polaco (Sejm) ya dio luz verde al Tratado Europeo, aunque por insistencia de Lech Kaczynski el texto fue acompañado de un decreto en el que se recogían las principales exigencias conservadoras, que pedían una referencia expresa a la supremacía de la legislación polaca frente a la comunitaria y a la Carta de Derechos Europeos.

Tras el "sí" del Sejm ya sólo quedaba esperar a la firma del presidente para que, de acuerdo a la Constitución de este país, el documento quedase definitivamente aprobado por Polonia. "El Tratado cierra la primera etapa de la ampliación de la Unión Europea. Somos testigos de una firma muy importante", ha afirmado Barroso tras el acto.

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Oposición checa

En el caso de la República Checa la aprobación del Tratado de Lisboa se antoja un poco más complicada. El presidente de la República Checa considera que el Tratado de Lisboa amenaza la seguridad jurídica del país centroeuropeo. "El Tratado de Lisboa conlleva una amenaza para la seguridad jurídica y la estabilidad de las relaciones de propiedad en nuestro país", declaró este viernes el político checo en una rueda de prensa extraordinaria para aclarar su posición sobre el documento.

La razón de esa "amenaza" es la incorporación de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE en el Tratado de Lisboa. "Esto permite puentear a los tribunales checos y aplicar, por ejemplo, las reivindicaciones de propiedad de las personas expulsadas después de la II Guerra Mundial", explicó el presidente checo. El político euroescéptico explicó que con su iniciativa pretende evitar que su país haga frente a futuras reclamaciones de propiedad por parte de la minoría alemana expulsada de los Sudetes (región al norte de Bohemia) checos por los decretos del presidente checoslovaco Edvard Benes en 1945. Por ello, se mostró convencido de que es posible obtener una exención similar a las que negociaron Reino Unido y Polonia, a los que no se aplica la Carta, y remarcó que se puede solventar la situación de forma rápida.

El territorio de los Sudetes fue ocupado y anexionado por la Alemania nazi en 1938. Después de la II Guerra Mundial, unos tres millones de alemanes fueron expulsados de la región y deportados a Alemania. En 1991, el presidente checo, Václav Havel, con una postura diametralmente opuesta a la del actual presidente, se disculpó en nombre de su pueblo por las masacres perpetradas contra los alemanes durante la expulsión, proponiendo incluso otorgar a los antiguos habitantes de los Sudetes la nacionalidad checa para poder obtener así la restitución de sus propiedades perdidas. En las negociaciones previas a su incorporación a la UE, la República Checa alcanzó un acuerdo con Alemania para cicatrizar las viejas heridas, informa Andreu Missé.

El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el presidente de Polonia, Lech Kaczynski
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el presidente de Polonia, Lech KaczynskiREUTERS

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