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Crisis energética en la UE

La UE presiona para recuperar el suministro

Los observadores llegan a Ucrania para vigilar el tránsito del combustible

La UE trabajaba ayer contrarreloj para que Rusia y Ucrania pongan fin a la guerra energética que enfrenta a estos dos países desde el 1 de enero y que ha causado problemas de suministro de gas en media Europa. Se trataba de cerrar los detalles de un acuerdo que permita a un equipo de observadores controlar el tránsito de gas por territorio ucranio. Moscú se ha comprometido a reanudar el bombeo hacia los clientes europeos una vez se ponga en marcha el operativo de vigilancia.

El primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE, viajó ayer por la tarde a Kiev y hoy tiene previsto trasladarse a Moscú para ultimar los últimos detalles de ese acuerdo. Si para Europa hay alentadores indicios de que próximamente se verá restablecido el suministro, el conflicto no parece tener solución de momento. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, dijo ayer que Kiev tendrá que pagar el precio comercial del gas, más alto que el "subvencionado" que le había ofrecido Moscú y que los ucranios habían rechazado por considerarlo excesivo.

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El desacuerdo en el precio del gas para 2009, junto al impago de unas deudas por parte de Ucrania, fue uno de los motivos que desató esta guerra. Primero, Moscú cortó el gas a Ucrania y, a los pocos días, decidió cortar el combustible que pasa por el vecino país ex soviético con destino a la UE alegando que Kiev estaba robándolo. Por Ucrania pasa el 80% de las exportaciones de gas de Rusia a Europa.

Alexéi Míller, el presidente de Gazprom, reiteró ayer que el flujo de gas hacia Europa será restablecido en cuanto los expertos que deben controlar el tránsito del combustible estén en las estaciones de bombeo. Pero previo a ello, el Kremlin exige que se firme un memorando que fije el mecanismo de control. Al mismo tiempo, Ferran Tarradellas, portavoz de la Comisión Europea, manifestó en Bruselas que Rusia estuvo de acuerdo con las condiciones en que trabajaría la misión de control en Ucrania y subrayó que considera que la ausencia de un documento firmado "no debe servir de fundamento para no reanudar los suministros de gas". Para Tarradellas, un documento como el que proponía Rusia puede ser firmado en el futuro, pero ahora lo importante es que el grupo de expertos "comience su trabajo y los suministros se reanuden".

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El Ejecutivo comunitario informó de que los primeros observadores llegaron ayer a Kiev y que empezaron a trabajar por la tarde. Ucrania ha aceptado finalmente que en el grupo haya expertos rusos.Topolanek, como primer ministro del país que tiene la presidencia de turno de la UE, decidió que debía viajar a Kiev y después a Moscú para tratar de agilizar el acuerdo. "Mi misión es delicada. Ambas partes tratan de salvar la cara, y aunque soy optimista, no esperen que les garantice que el problema será resuelto hoy", declaró ayer antes de partir desde Praga con destino a Ucrania.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, mantuvo ayer sendas conversaciones telefónicas con Topolanek y con la canciller alemana, Angela Merkel. En un comunicado divulgado por el Gobierno ruso, se dice que Merkel y Putin "reafirmaron su acuerdo de crear lo más rápido posible un mecanismo de control internacional del tránsito del gas ruso por territorio de Ucrania". Una vez Gazprom vuelva a suministrar gas a la Unión Europea, el sistema tardará unos tres días en normalizarse.

Pero si las perspectivas para la reanudación, en los próximos días, del flujo del gas hacia la UE son buenas, las posibilidades que tiene Ucrania de volver a recibir próximamente el combustible ruso son escasas. Medvédev afirmó ayer que Moscú cobrará a Kiev el precio comercial del gas, es decir, más de 400 dólares por 1.000 metros cúbicos. Difícilmente Ucrania puede aceptar ese precio tomando en cuenta que se negó a firmar el contrato para el suministro de este año porque ya consideraba excesivo los 250 dólares que pedía en un principio Rusia.

Entretanto, Ucrania ya está empezando a verse muy afectada por el conflicto con su vecino. En la provincia de Zaporozhie, se han alargado las vacaciones escolares porque no hay combustible suficiente para la calefacción de las escuelas. En dos localidades en Crimea, ya no hay agua caliente. El consumo de gas se ha limitado en otras ciudades del país.

El presidente ucranio, Víktor Yúshenko, a la derecha, saluda al primer ministro checo, Mirek Topolanek, en Kiev.
El presidente ucranio, Víktor Yúshenko, a la derecha, saluda al primer ministro checo, Mirek Topolanek, en Kiev.AP

El traslado del gas, en manos de 22 expertos

Un equipo formado por 22 observadores de la Unión Europea empezó a llegar ayer a Ucrania para verificar que el gas ruso sea trasladado sin problemas a través de territorio ucraniano hacia Europa. Los expertos tienen previsto desplegarse en estaciones de medición del gas en Ucrania y Rusia.

Además de los observadores europeos, el grupo de vigilancia está integrado por representantes de la compañía estatal rusa Gazprom, la ucrania Naftogaz, los ministerios de Energía de Ucrania y Rusia, expertos independientes y representantes de las compañías europeas consumidoras de gas ruso.

La misión europea está compuesta por 18 expertos de Energía, incluidos representantes de la industria europea, y cuatro funcionarios del Ejecutivo comunitario.

Este equipo internacional de vigilancia deberá desplegarse tanto en la frontera entre Ucrania y Rusia, como en la frontera entre Ucrania y Europa. Unos observadores rusos participarán en la misión en Ucrania, mientras unos observadores ucranianos estarán presentes junto a europeos en Rusia.

"El equipo de observadores de la Unión Europea será capaz de verificar, con independencia, los datos sobre el volumen de los suministros de gas a Ucrania" procedentes de Rusia y "compararlos con los datos de volúmenes de gas que alcanzarán a los consumidores de la UE", explicó ayer Bruselas.

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