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Crisis política en Turquía

La Unión Europea exige al Ejército turco respeto al poder civil

Bruselas advierte al país candidato que "sigue muy de cerca los acontecimientos"

Andreu Missé

La Comisión Europea "sigue muy de cerca los acontecimientos de Turquía", aseguró ayer su portavoz, Johannes Laitenberger, quien recordó la importancia que tiene para Bruselas "el laicismo democrático". Turquía -que supera los 70 millones de habitantes, la inmensa mayoría de religión musulmana y confesión suní- comenzó en octubre de 2005 unas negociaciones para su adhesión a la UE que se presentan largas y complejas. El comunicado del viernes de las Fuerzas Armadas turcas, que representa una clara injerencia política, representa un retroceso que preocupa a la Unión.

La paradoja es que los militares turcos y la UE defienden la laicidad del Estado
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La paradoja es que los militares turcos defienden la laicidad del Estado, lo mismo que la UE, pero lo hacen sin respetar en apariencia las leyes democráticas. En Turquía es el Parlamento el que elige el presidente, y la posibilidad de que la mayoría de los diputados vote por el islamista moderado Abdulá Gül, el candidato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que lidera el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, es el origen del problema.

La irrupción de las Fuerzas Armadas turcas, de arraigada tradición laica desde la época de Mustafá Kemal Atatürk, fundador de la República de Turquía, ha creado inquietud en medios comunitarios y en las cancillerías europeas. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas emitió en la noche del viernes, poco después de la votación parlamentaria, un durísimo comunicado en el que advertía seriamente al Gobierno de Justicia y Desarrollo y le recordaba su papel constitucional como defensor del laicismo.

El secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, pidió ayer a los militares turcos que "se queden en los cuarteles y se mantengan al margen de la política". Davis expresó su preocupación por la declaración del Ejército turco, que interpretó como "un intento por parte de las Fuerzas Armadas de influir en las elecciones". Por su parte, el comisario europeo de la Ampliación, Olli Rehn, manifestó el sábado que "deben dejarse los asuntos políticos en manos del Gobierno elegido democráticamente".

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Las instituciones comunitarias, tanto la Comisión y el Consejo como el Parlamento, siguen muy de cerca la crisis desatada en Turquía, al tratarse de un país cuyas negociaciones de adhesión a la UE, que empezaron en octubre de 2005, han resultado ser las más polémicas.

Las negociaciones se desarrollan con extrema lentitud, hasta el punto de que desde entonces sólo se ha logrado cerrar el capítulo 23, dedicado a Ciencia e Investigación, de los 35 en que se han distribuido las materias objeto de negociación. Se trata de averiguar el grado de cumplimiento del acervo comunitario y los compromisos para lograrlo.

El pasado diciembre el proceso de negociación registró un nuevo parón. El Consejo acordó la congelación de las negociaciones en ocho capítulos, porque las autoridades turcas se habían negado a cumplir el protocolo de Ankara, que exigía la apertura de sus puertos a las naves y aeronaves de Chipre. Los capítulos congelados se refieren a libre movimiento de mercancías, derecho de establecimiento, libre movimiento de servicios, servicios financieros, agricultura y pesca, transportes, unión aduanera y relaciones exteriores.

El parón no implica que no se pueda seguir negociando, sino que no se puede cerrar ninguno sin el cumplimiento del protocolo de Ankara, que se ha puesto como condición explícita para el cierre de cada capítulo.

Además, en el caso de Turquía, en el momento de las negociaciones se estableció una cautela expresa que exige a las autoridades de Ankara que prosigan sus esfuerzos para cumplir los criterios de Copenhague (instituciones políticas estables que garanticen la democracia, economía de mercado viable e instituciones capaces de asumir el acervo comunitario), porque se considera que todavía no lo cumplen.

La actual inestabilidad y aumento de la influencia islamista podría afectar a la defensa de la libertad religiosa. Este aspecto está muy vinculado al capítulo de Educación y Cultura, que todavía no se ha cerrado.

[Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack, dijo: "Tenemos confianza en las instituciones democráticas turcas y en que los procesos constitucionales de ese país resolverán cualquier duda que pueda rodear la elección del nuevo presidente turco", informa la agencia Efe].

Estudiantes universitarios turcos marchan protegidos con máscaras antigas ayer en Estambul.
Estudiantes universitarios turcos marchan protegidos con máscaras antigas ayer en Estambul.AP

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