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Un joven mata a dos niños y a una educadora en una guardería belga

El atacante carecía de antecedentes penales y psiquiátricos

Andreu Missé

Bélgica se encontraba ayer consternada al conocerse los detalles del horrendo crimen que acabó con la vida de dos niños y una educadora en una guardería en Dendermonde, población de 40.000 habitantes situada al noroeste de Bruselas. El agresor, de 20 años, armado con un cuchillo, causó heridas a otros 11 niños, dos de ellos se encuentran graves, y a tres educadores.

El procurador del Rey de Dendermonde, Christian Du Four, informó de que el detenido carece de antecedentes penales y psiquiátricos y que el momento del ataque se encontraba sobrio.

El joven llegó en bicicleta a la guardería pública llamada El País de las Fábulas. Tenía la cara pintada de blanco con ojeras negras. Solicitó la entrada en la guardería con el pretexto de que quería formular una pregunta a una persona del centro. Acto seguido atacó a los niños de manera indiscriminada y se marchó. En la guardería se encontraban 18 niños menores de tres años. Los hechos ocurrieron a las 10 de la mañana.

Más información
El acusado de la matanza en la guardería belga es también sospechoso de asesinar a una anciana

Una hora y media después del suceso, el agresor fue detenido en una población próxima, a la que había huido en bicicleta. Theo Janssens, alcalde adjunto de Dendermonde, explicó a la agencia France Presse que "todo ocurrió en pocos segundos. Se fue directamente a los bebés y los atacó. Los más pequeños estaban en sus camas, y dormían, sin duda", explicó con lágrimas en los ojos.

El edil añadió que los seis empleados de la guardería intentaron interponerse y detener al agresor pero éste se "comportó como un loco" y mató a una educadora. "Había sangre por todas partes, ha sido una carnicería".

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Tras su detención, el agresor, originario de la misma región, fue atendido en el hospital de Alost e inmediatamente interrogado, según explicó el ministro de Justicia, Stefaan De Clerck . El ministro, que se mostró impresionado, por los hechos pidió a los medios de comunicación que respetaran la vida privada de las familias de las víctimas.

Los hechos afectaron profundamente a todos los dirigentes políticos belgas, muchos de los cuales acudieron a Dendermonde para expresar sus sentimientos y condolencias a los familiares. El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, señaló que "gracias a la acción de la policía, el autor pudo ser rápidamente detenido". Van Rompuy precisó que "una vez más el país, se encuentra bajo la impresión y apenado por este espantoso acto de violencia perpetrado en una sociedad que aspira a vivir en armonía y paz con cada uno".

También el presidente de Flandes, Kris Peeters, expresó su consternación por los acontecimientos señalando que se trataba "de hechos incomprensibles. Esta matanza dejará ciertamente huellas en nuestra sociedad".

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