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VIOLENCIA EN IRAK

70 muertos en una operación en Tikrit contra el lugarteniente de Sadam

El Gobierno iraquí realiza pruebas de ADN a un detenido para identificar a Al Duri

Ramón Lobo

Esto es Irak: el país del caos. Mientras se desarrollaba ayer una gran redada en Latifiya (sur de Bagdad) en busca de los dos periodistas franceses secuestrados, el Ministerio de Defensa iraquí anunciaba la captura de Izzat Ibrahim al Duri, ex número dos de Sadam Husein. La información fue suministrada por el coronel de la Guardia Nacional de Tikrit, 160 kilómetros al norte de la capital. Adnane Abdelrahmane, portavoz del Ministerio del Interior ofreció detalles del operativo: 70 personas que le protegían resultaron muertas y un total de 80 fueron arrestadas.

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Las dudas surgieron cuando Estados Unidos no quiso confirmar la captura y aseguró que Al Duri no está bajo su custodia. La oficina del primer ministro, Ayad Alaui, señaló anoche que se estaban llevando a cabo pruebas de ADN a un detenido en la operación para determinar si se trataba del ex número dos de Sadam.

El general Ahmad Jalaf Dalmane, jefe de la Guardia Nacional en el triángulo suní, añadió confusión al afirmar anoche: "Ninguna fuerza ha tomado parte en una operación; no hemos detenido a Al Duri y no tenemos información alguna de ese sujeto". Pero el Gobierno iraquí insiste ("estamos seguros de que es él", sostuvo un portavoz de Interior) en que se ha producido una importante captura y que existe entre un 75% y un 90% de posibilidades que el detenido sea el antiguo número dos de Sadam.

El comandante norteamericano Neal O'Brien, de la 1ª División de Infantería con base en uno de los palacios de Sadam en Tikrit, no confirmó la captura y un portavoz de la megaembajada de EE UU en Bagdad carecía de información al respecto. Ahmed Hadi, portavoz del Gobierno regional, aseguró que Al Duri iba protegido por una fuerza de 150 personas fuertemente armadas.

Un factor cuenta a favor: el supuesto Al Duri fue arrestado mientras recibía una transfusión de sangre (está enfermo de leucemia) en un hospital de Majul, localidad próxima a Tikrit, de donde es originario igual que Sadam. Y dos en contra: en los últimos meses se ha anunciado hasta seis veces su supuesta captura y resulta difícil creer que una operación de esa envergadura se pueda realizar sin apoyo militar norteamericano. Otras fuentes aseguran que esto se explicaría en el anhelo del Gobierno de Ayad Alaui por mostrar cierta autonomía política y capacidad de acción. O su precipitación en el momento de apuntarse un tanto.

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En cambio no hay dudas de lo que sucede en Latifiya, una de las localidades más peligrosas de todo Irak junto a la vecina Mamudiya, donde grupos de fanáticos (es la frontera entre el sur chií y el centro suní) secuestran y matan a occidentales. Es el área donde actúa Ansar al Suna, los que asesinaron a los siete agentes españoles del CNI en noviembre, y Monoteísmo y Guerra Santa, la organización de Al Zarqaui. La orden que tienen es no dejar pasar vivo ni un solo extranjero. La ausencia de construcciones altas les facilita la vigilancia de la carretera que conduce a Nayaf. El viernes fue asaltado un convoy de dirigentes próximos al clérigo radical Múqtada al Sáder.

Desde la tarde del sábado, la Guardia Nacional iraquí con apoyo aéreo de EE UU desarrolló una vasta operación para limpiar la zona de insurgentes. Aseguraron haber detenido a más de 500 personas, ninguna de ellas extranjera. El objetivo encubierto es liberar a los periodistas franceses secuestrados el 20 de agosto. Un portavoz salafista aseguró ayer que la redada dificulta la solución del secuestro de Georges Malbrunot y Christian Chesnot. Mientras, en Balad, a unos 70 kilómetros al norte de Bagdad, dos soldados de EE UU resultaron muertos y otros 16 heridos cuando fueron atacados con morteros.

Enfermo de leucemia

Hijo de un vendedor de hielo de Tikrit, Al Duri, de 62 años, es uno de los tres supervivientes del golpe de Estado que en 1968 que instaló al partido Baaz en el poder; los otros son Sadam Husein y el ex vicepresidente Taha Yasin Ramadan, ambos bajo custodia estadounidense. Hombre gélido, leal y muy próximo a Sadam (incluso emparentado: su hija estuvo cada brevemente con Uday, uno de los hijos del ex dictador), se le considera uno de los responsables de la campaña de 1988 en el Kurdistán iraquí. En la llamada operación Anfal (término tomado del Corán que significa botín) 5.000 civiles fueron gaseados en sólo día en Halabya.

Este vicejefe del Ejército y vicepresidente del Consejo del Mando de la Revolución, pasó a la clandestinidad tras la caída de la estatua de Sadam en la plaza del Paraíso de Bagdad (9 de abril) que Occidente identifica con el colapso del régimen. El pelirrojo, como le llaman aquí, ha sido acusado por los estadounidenses de dirigir la insurgencia. Gravemente enfermo, ha sido el alto cargo del régimen que más tiempo ha logrado permanecer en libertad. Sin ambición aparente, era duro e implacable con la oposición. Dictó las ejecuciones en 1991 tras la guerra del golfo y el aplastamiento de la revuelta chíí alentada por EE UU pero dejada después a su suerte. Washington ofrece diez millones de dólares por su captura.

Izzat Ibrahim al Duri, en Mosul en febrero de 2003, antes de la caída del régimen.
Izzat Ibrahim al Duri, en Mosul en febrero de 2003, antes de la caída del régimen.REUTERS

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