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El referéndum de Uribe contra la corrupción desata la violencia en Colombia

La consulta popular plantea preguntas sobre el gasto público y la reducción del número de diputados en el Congreso

Los más de 75.000 colegios electorales ya han cerrado sus puertas en Colombia para que los ciudadanos decidieran en las urnas si aprueban en referéndum las propuestas del presidente, Álvaro Uribe, para luchar contra la corrupción y reducir los gastos estatales. La jornada ha transcurrido salpicada por múltiples actos de violencia, entre ellos la muerte de seis policías en un ataque de la guerrilla de las FARC en Jambalo, al sur del país.

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En el primer referéndum que se celebra en el país desde la promulgación de la Constitución de 1991 han podido votar algo más de 25 millones de colombianos, siendo necesaria la participación de al menos 6,2 millones para que tenga validez. En la consulta, los colombianos deben decidir sobre una serie de reformas para reducir los gastos del Estado y generar dinero para educación y salud. También se votan varias propuestas para reducir el número de diputados en el Congreso, congelar las pensiones y salarios de algunos trabajadores, en particular los funcionarios, y retirar los derechos civiles a los funcionarios que cometan un fraude.

Los primeros resultados se conocerán dentro de algunas horas, pese a que el recuento de votos ha comenzado nada más cerrarse los colegios.

El presidente Álvaro Uribe, que ha sido uno de los primeros en votar, aseguró que "el referéndum no es milagroso, pero es un paso que Colombia necesita para golpear la corrupción y la politiquería y dar fuerza a la lucha contra el terrorismo". También ve con buenos ojos el referéndum el ex presidente Pastrana, quien ha explicado que su aprobación significará "un paso adelante" para otorgar a las instituciones y a la economía nacional "más solidez y más estabilidad".

Jornada de violencia

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Sin embargo, lo que debería ser una fiesta de la democracia se ha visto empañada por la violencia que vive el país, con uno de los índices de criminalidad más altos del mundo. Los múltiples actos violentos ponen en entredicho el dispositivo de seguridad que el presidente Uribe diseñó para la jornada electoral.

El más grave de los sucesos ocurrió en la ciudad de Jambalo, al suroeste del país, donde seis agentes de policía murieron en enfrentamientos con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según ha anunciado el director de la Policía de Colombia, el general Teodoro Campo. Según fuentes militares, los policías fueron atacados por los guerrilleros después de que la Fuerza Aérea bombardeara un campamento en el que se refugiaban 50 insurgentes.

Además, cinco personas han muerto y tres más han resultado heridas al estallar una carga explosiva en una de las plantas de una industria colombiana de lácteos en el departamento de Antioquia (noroeste), según fuentes de la empresa. Mientras, el gobernador del cabildo de Refugio del Sol, el indígena Segundo Benavides, ha sido hallado muerto tras haber desaparecido hace dos días, cuando varios hombres lo sacaran a la fuerza de su casa en la localidad de El Encano, cerca a Pasto, la capital del departamento del Cauca.

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