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Guerra en el Cáucaso

Rusia niega que Georgia haya puesto fin a las operaciones militares

Tbilisi comunica su intención de cesar el fuego y entablar conversaciones.- El Ministerio de Interior georgiano confirma que la aviación rusa ha bombardeado una base militar y el aeropuerto internacional en la capital georgiana.- Moscú hunde una lancha georgiana en el Mar Negro

Andreu Missé

Tres días después del inicio de la ofensiva de Georgia sobre Osetia del Sur, Tbilisi ha pedido formalmente el cese de las hostilidades a Moscú, que ha respondido bombardeando varios objetivos en territorio georgiano y movilizando a su flota del mar Negro, al tiempo que ha desmentido que Georgia haya puesto fin a las operaciones militares.

Entre los objetivos bombardeados hoy por la aviación rusa se encuentra una base militar en las afueras de Tiblisi, y una pista del aeropuerto internacional de la capital. La flota rusa del Mar Negro ha hundido esta tarde una lancha militar georgiana dotada de un lanzamisiles, según ha informado el ministerio de Defensa ruso. Moscú ha asegurado que la embarcación georgiana fue hundida tras repeler el ataque de la flotilla de la que formaba parte.

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El presidente ruso, Dimitri Medvédev, ha exigido una retirada "completa e "incondicional" de Georgia. Casi al mismo tiempo, el presidente georgiano ha sido entrevistado en directo en la cadena CNN. En un perfecto inglés, el presidente Mijail Saakashvili ha ido señalando un mapa los puntos en su territorio supuestamente atacados por el Ejército ruso. Previamente, el Parlamento georgiano había pedido unidad a la población. En un comunicado se decía que el país "no debía permitir que el enemigo ocupe nuestra tierra y no deberíamos dejar que se repitan los acontecimientos de 1921 cuando el Ejército Rojo invadió Georgia".

Tras el anuncio esta mañana de que Georgia se había retirado por completo de la región rebelde y prorrusa de Osetia del Sur, la diplomacia georgiana ha pedido un cese de las hostilidades. El Ministerio de Asuntos Exteriores georgiano ha informado que están dispuestos a entablar conversaciones con Moscú, e incluso han afirmado que han enviado una nota oficial a la Embajada rusa en Tbilisi. Moscú ha admitido esta nota pero ha negado que se haya producido el fin de las operaciones militares por la parte georgiana.

Medvédev ha instado a Georgia a abandonar por completo la zona de conflicto para poder iniciar el alto el fuego. El mismo mensaje ha trasladado el embajador ruso en la tensa reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde se ha escenificado de nuevo el desencuentro.

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Mientras, la ofensiva diplomática continúa. El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner ha llegado a Tiblisi acompañado de del presidente de turno de la Organizción para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el jefe de la diplomacia finlandesa Alexander Stubb. El Elíseo ha confirmado también que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país ostenta la presidencia de la UE este semestre, visitará Moscú en los próximos días para tratar directamente la crisis.

Rusia intensifica su ofensiva

Rusia ha hecho retroceder a las tropas georgianas de la capital surosetia y ha desplazado su flota al Mar Negro a pocos kilómetros de la costa de la república ex soviética para impedir la llegada de armamento.

El anuncio de repliegue militar por parte de Georgia ha coincidido con una intensificación, en las últimas horas, de la ofensiva lanzada por Rusia. Un portavoz de Naciones Unidas (ONU) ha confirmado que Rusia ha bombardeado un aeropuerto militar cerca de la capital georgiana. También el Ministerio de Interior georgiano ha comunicado que una bomba ha caído en las cercanías del aeropuerto internacional de Tbilisi sin causar heridos.

En la pasada madrugada, el Ejército ruso ya había bombardeado un aeropuerto militar en Tbilisi, capital de Georgia, según han asegurado fuentes del Gobierno georgiano. El ataque no ha causado víctimas, pero sí daños materiales. La aviación rusa también ha bombardeado el distrito georgiano de Zugdidi, en el oeste de Georgia.

La Flota rusa en el Mar Negro ha sido desplazada hasta las inmediaciones de Georgia, con el objetivo de bloquear los puertos para que pueda llegar armamento al país. Este movimiento ruso no ha sentado nada bien en Ucrania, que apoyó desde el principio del conflicto a la vecina Georgia. Desde Kiev se ha informado al Kremlin que sus buques tendrán prohibido el regreso a la base de Sebastpol, que Rusia alquila a Ucrania.

La respuesta de Rusia ha producido el efecto llamada a la vecina Adjazia, la otra región georgiana con aspiraciones secesionistas. El Ejército adjazo, que ayer lanzó una ofensiva contra Georgia, ha enviado unos 1.000 soldados, movilizando a todos sus reservistas, al valle de Kodori, zona fronteriza con Georgia. Oficiales adjazos han anunciado que sus tropas no se detendrán ante la frontera georgiana y que su objetivo es "imponer el orden" en las zonas adyacentes a la república ex soviética.

Resolución contra Moscú

Tres días después de estallar el conflicto, Estados Unidos tiene previsto presentar hoy ante Naciones Unidas una propuesta de resolución en la que se califique como "inaceptable" la intervención rusa en Osetia del Sur.

La vía diplomática para buscar una salida al conflicto ha fracasado hasta el momento. Ayer, el Consejo de Seguridad de la ONU renunció, en la tercera reunión que celebraba en menos de 48 horas, a la posibilidad de emitir un llamamiento conjunto al alto el fuego en la zona de conflicto por falta de consenso.

El Consejo de Seguridad de la ONU se ve incapacitado para detener la guerra que están librando Georgia y Rusia por Osetia del Sur. La negativa de Moscú a votar a favor de un alto el fuego, imposibilita cualquier decisión pacífica en la región del Cáucaso. Y es que Putin parece tenerlo claro: cree que Georgia ha cometido un genocidio, y su pueblo tiene que sufrir las consecuencias.  Ayer la ciudad de Gori, a cuarenta kilómetros de la capital georgiana, vivió una auténtica masacre. Los cazas rusos aniquilaron a sus ciudadanos y provocaban el caos en la ciudad. Y esta madrugada, le ha tocado a Tbilisi, capital del país. Los misiles rusos han alcanzado un aeródromo militar, pero sin que haya que lamentar víctimas. Y ahora, Rusia pretende imponer el bloqueo de los puertos marítimos de Georgia en el Mar Negro para que no puedan recibir refuerzos de armamentos. Estos ataques ya tienen sus primeras consecuencias en Osetia del Sur: las tropas georgianas se han retirado de la capital suroseta. Pero hay no queda todo: el régimen separatista de Abjasia decretará hoy la movilización general de sus reservistas para entrar en Georgia, apoyados eso sí, por las tropas rusas. La región del Cáucaso es un polvorín, una guerra total, que está provocando miles de desplazados, centenares de muertos, y heridos; mientras la comunidad internacional no consigue mediar para alcanzar un alto el fuego.  Vídeo: AGENCIA ATLAS

La escalada de tensión por Osetia del Sur

Osetia del Sur, que limita al norte con Osetia del Norte, república integrada en la Federación de Rusia, arrastra un conflicto separatista con Georgia desde la independencia de la república ex soviética en 1991. Sin embargo, fue a partir de 1995 cuando las disputas territoriales brotaron con más fuerza después de que las autoridades georgianas se enfrentasen con los separatistas locales.

El 19 de enero de 1992, la mayoría de los habitantes de Osetia del Sur votó a favor de su incorporación a Rusia, tras lo cual empezaron a recibir ayuda desde el Norte, de donde llegaron combatientes. Las autoridades surosetas convocaron un referéndum de independencia el 12 de noviembre de 2006. El 99% de la población local votó a favor de la independencia, aunque Tbilisi no reconoció la validez de la consulta popular. Casi el 90% de los surosetios tienen ciudadanía rusa.

Como Abjazia, es una región de gran interés para Rusia y Occidente, ya que por allí pasan importantes rutas de transporte energético. Formalmente pertenece a Georgia aunque de hecho es soberana. Los surosetios gozan de una independencia de facto (como los abjazos), pero no controlan su territorio. Los militares georgianos ocupan varias alturas que les permiten bombardear tanto Tsjinvali como otras localidades. Desde la independencia de Kosovo, Rusia ha mostrado su apoyo político y financiero y su relación especial con ambas regiones.

El cruce de acusaciones entre Tbilisi y Moscú ha sido una constante en el largo conflicto que arrastran ambos países. Georgia, amparada por Estados Unidos y la UE, acusa a Rusia de "incentivar el separatismo". El Kremlin, por su parte, culpa a Georgia por la escalada de tensión y por no poner fin a las disputas territoriales. La última crisis entre ambos países llegó con las acusaciones georgianas por el derribo de un avión espía por parte de Moscú.

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