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El Gobierno destinará parte de la frecuencia analógica a las telecomunicaciones

Industria confía en que ayudará a terminar con la brecha digital entre zonas urbanas y rurales

El "apagón analógico" que el próximo mes de abril de 2010 obligará a todas las televisiones a emitir por TDT propiciará que gran parte de las frecuencias que actualmente se usan dejen de hacerlo (el llamado dividendo digital). Para aprovechar ese espectro, el Gobierno ha decidido dedicar la banda de frecuencias de 790 a 862 megahercios a servicios de telecomunicaciones, como Internet móvil, según ha anunciado el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, en el Congreso.

Se trata, ha explicado el ministro, de reasignar los multiplex digitales tras el cese de las emisiones en analógico para contribuir al crecimiento económico, la generación de nuevos empleos y al incremento de la productividad. Según la Comisión Europea, el valor incremental de la utilización del dividendo se estima entre 12.000 y 16.000 millones de euros, lo que equivale al 1,5% del PIB.

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El proyecto de real decreto contempla que en una primera fase, cuando cesen las emisiones en analógico, las televisiones emplearán básicamente las frecuencias que actualmente están utilizando para difusión de televisión, con el objetivo de reducir en lo posible el impacto sobre los usuarios.

Después, en una segunda fase, se reasignarán las frecuencias para dedicar las de 790 a 862 megahercios a las telecomunicaciones. Sebastián ha fechado esta reasignación para el 1 de enero de 2015.

Esta banda de frecuencias, ha explicado Sebastián, resultan idóneas para los nuevos servicios ya que permiten una gran cobertura tanto en zonas urbanas como en rurales, lo que reducirá la brecha digital y se conseguirá un desarrollo económico y social más uniforme.

Además, ha asegurado, esta decisión "permite aumentar la competencia en el mercado de los servicios móviles, incrementar la oferta de nuevos servicios innovadores, mejorar la calidad y reducir los precios para las empresas y ciudadanos".

España se podnría así a la par que otros países como Estados Unidos, donde los gigantes tecnológicos están ya inmersos en la puja por conseguir una parte de esas frecuencias y donde, como no, Google se presenta como uno de los actores principales. El buscador se comprometió el año pasado a invertir cerca de 3.000 millones de euros si la medida sale adelante.

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