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Los problemas de la sanidad

Las urgencias quirúrgicas del Ramón y Cajal las atiende un aprendiz

Dimite la jefa del servicio en protesta por la precariedad de medios

Oriol Güell

El hospital Ramón y Cajal ha dejado al frente de las urgencias de las especialidades quirúrgicas (cardiaca, vascular, digestiva, urología y general) a un médico residente de segundo año (en prácticas). Estas especialidades atienden 78 urgencias al día, lo que supone un 19% de los casos urgentes que acuden al servicio cada jornada. La decisión ha soliviantado los ánimos en el hospital hasta el punto de que la coordinadora del servicio, Carmen Concejo, ha presentado su "dimisión irrevocable" al gerente del Ramón y Cajal, Amador Elena, en una carta entregada el pasado 7 de marzo. El resto de los médicos de urgencias también han remitido una carta de protesta a la dirección médica.

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Concejo cree que la falta de un médico adjunto en urgencias quirúrgicas "alarga el tiempo en la toma de decisiones y demora la cirugía urgente, factor principal de supervivencia en estos pacientes". La medida, según Concejo, "sería una vuelta atrás a la situación que teníamos hace una década, completamente subestándar con respecto a las recomendaciones internacionales. Deberíamos dejar de ser centro de referencia para pacientes traumáticos".

El sindicato Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS) coincide con la dimitida. "No se puede dejar a un médico en formación esa responsabilidad. Es peligroso y malo para el residente. Sin superior del que aprender, pierde la oportunidad de interiorizar la rápida toma de decisiones y técnicas básicas de las urgencias quirúrgicas".

En este sentido, Concejo destaca en su carta que "la supervisión de un residente de guardia en urgencias de cirugía debe ser directa y realizada por un staff quirúrgico". "Se deben considerar las consecuencias legales en caso de problema y los problemas asistenciales por no detectar pacientes graves o no resolver la situación".

Hasta hace seis semanas, las urgencias del centro funcionaban con un médico adjunto responsable del área quirúrgica y otro del área médica. Cada uno contaba con residentes en formación que asumían buena parte de la carga asistencial y aprendían de sus superiores. Desde el 1 de marzo, sin embargo, las especialidades quirúrgicas sólo son atendidas por dos médicos residentes. El de primer año se ocupa de las consultas y los casos menos graves, y el de segundo año atiende los más complicados. En el caso de que no se vea capacitado, puede llamar a los médicos de plantas superiores del hospital. "Este sistema es más lento y menos eficaz y aumenta el riesgo", explican desde MATS. El sindicato alerta de que "esta situación vulnera el Real Decreto 183/2008, que fija que los médicos residentes deben contar con el apoyo de médicos adjuntos.

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La dirección dice que la "calidad del servicio está garantizada con la guardia de tres médicos en planta", y cree que la ausencia de médico adjunto en urgencias no repercute en la calidad del servicio. En un comunicado, el centro defiende "el alto nivel que caracteriza al servicio y sus miembros", entre ellos 17 médicos, 152 enfermeras, 110 auxiliares y tres supervisores, entre otros profesionales.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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