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Educación aprovecha las cifras de las prematrículas para alejarse del PP

Los populares acusan al Ejecutivo de incumplir sus compromisos de gobierno

El debate vuelve a limitarse al ámbito político. Los datos de la prematrícula para el próximo curso difundidos el martes por el Departamento de Educación demuestran que las familias siguen apostando por una enseñanza bilingüe para sus hijos y que sólo 732 de los más de 18.000 nuevos alumnos de dos años escogen el modelo A (en castellano). Pero las reacciones ante los números también dejan al descubierto la distancia abierta en las últimas semanas entre Educación y el PP, socio preferente del Ejecutivo.

El portavoz parlamentario popular en esta materia y número dos del partido, Iñaki Oyarzábal, censuró ayer en el Parlamento que lo que la consejería socialista ha hecho "no es cumplir los compromisos de gobierno con el PP". Los populares niegan el aprobado a Educación en uno de los puntos de su pacto: garantizar la elección de modelos lingüísticos en las escuelas. El departamento, sin embargo, ve las cosas desde un prisma diferente. Sus portavoces recalcaron ayer: "Hemos cumplido escrupulosamente" con lo pactado y mostraron su sorpresa ante la reacción que el PP está teniendo en torno a la campaña de prematrícula. Las peticiones hechas por las familias no hacen preciso abrir ninguna nueva aula de modelo A en Euskadi.

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El desencuentro es el más serio entre el Gobierno y su socio preferente desde que Patxi López llegó a Ajuria Enea y se enrarece a apenas una semana de la nueva cita entre López y el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en el que repasararán el estado de su pacto.

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Las críticas populares llegaron después de que la consejera de Educación, Isabel Celaá, se mostrase satisfecha con el proceso de prematrícula. El nuevo sistema ha generado una "mirada objetiva" sobre la demanda de modelos lingüísticos, apreciación que se contradice con la "foto irreal", como la califica Oyarzábal. La consejera negó, al abrigo de los datos, que exista demanda suficiente en los centros para abrir nuevas aulas. Las cifras, "razonables y esperables", en sus palabras, mantienen una tendencia en la que el modelo D -en euskera- sigue siendo el mayoritario entre los nuevos alumnos, con un 74% de los estudiantes de dos años. El B (bilingüe) ha sido elegido por el 22% de los escolares y el 4% restante estará escolarizado en el A.

Oyarzábal criticó que el "15% de los que han solicitado el modelo A no tienen aulas" y que cerca de 250 solicitudes de los modelos A y B no se ofertan en los centros requeridos por los padres. Además, se preguntó qué ocurrirá con las denuncias, una veintena, contabilizó.

El departamento respondió que todas las reclamaciones menos una han sido gestionadas, en algunos casos con la visita de inspectores a los centros. Tanto UPyD como la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística coincidieron en que las garantías no han existido y el colectivo de padres alegó que "no ha habido ningun cambio con respecto a años anteriores".

El resto de partidos reconocieron que el debate que ha acompañado a la prematrícula se ha limitado al ámbito político. Desde EB, Mikel Arana criticó a Oyarzábal por tratar de imponer sus "obsesiones lingüísticas" y calificó lo sucedido como una "polémica artificial". Mikel Basabe, de Aralar, sostuvo que la prematrícula se ha realizado en un clima de tensión, pero se congratuló de que las familias sigan optando mayoritariamente por el modelo D. Arantza Aurrekoetxea, del PNV, declaró que las familias han elegido "con libertad y con resultados claros que siguen la tendencia de los últimos años", aunque criticó el "ir y venir de acusaciones".

El debate comienza a girar, a partir de ahora, en torno al marco trilingüe que quiere levantar el departamento. A lo largo de ayer varios parlamentarios se refirieron a esta cuestión. Mientras Arana apostó por garantizar "la educación bilingüe y unos conocimientos suficientes en una lengua extranjera", Jesus Mari Larrazabal, de EA, recalcó que "el euskera debe ser la lengua primera y principal de enseñanza".

La incógnita de los horarios mínimos para impartir euskera, castellano e inglés, junto con las cuantías que obtendrán los colegios que se adhieran al programa piloto del marco trilingüe son preguntas a las que responderá la propia consejera el 3 de marzo en la Comisión de Educación del Parlamento.

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