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La Fuente de Neutrones tiene su financiación asegurada hasta 2022

Los Gobiernos central y vasco aportarán al menos 127 millones en 11 años

La Fuente de Neutrones española tiene asegurada su financiación al menos hasta el año 2022, pese a la crisis. Los Gobiernos central y vasco, corresponsables del proyecto, han formalizado las partidas anuales para la ambiciosa instalación relativas a los próximos 11 años. Para este ejercicio ambas instituciones se han comprometido a aportar 17,5 millones de euros y el próximo serán 16,5 millones. En ambos casos, el Ministerio de Ciencia e Innovación asume la mayor parte del peso económico, aportando 15 millones.

Hasta 2015, año en que la Fuente tiene previsto empezaría a funcionar, su modelo de financiación será similar. A partir de entonces, el Ejecutivo central pondrá 7,5 millones y el resto correrá a cargo del Gobierno vasco, hasta 2022. El Consejo Rector del proyecto, el máximo órgano de gobierno de la futura Fuente de Neutrones, en el que se sientan miembros del Ejecutivo autónomo y del Ministerio de Ciencia, propuso y aprobó el pasado julio la financiación del proyecto a largo plazo.

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Salvo cambios derivados de las elecciones generales del 20-N, la instalación es una de los pocos que, por el momento, no se verán afectadas por la crisis. El coste total del proyecto, cuyo director científico es Javier Bermejo, físico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la UPV, se cifra en la actualidad en 180 millones.

El proyecto español, coordinado por el consorcio ESS-Bilbao, que integran el Gobierno de Vitoria y el ministerio, ganará terreno al disponer de financiación concreta, frente al elevado coste del proyecto de Lund, que previsiblemente sobrepasará al final los 2.000 millones de euros, según estiman diversas fuentes del entorno científico. Es probable que lograr ayudas económicas para completar el plan sueco resulte complicado, dada la crisis, lo que podría retrasar aún más el arranque de sus obras. Está previsto que la instalación empiece a funcionar de forma parcial en 2019.

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El pasado enero, empezaron las obras del consorcio bilbaíno, que incluirá tres laboratorios de primera fila. El primero, soterrado, estructurará su labor en torno a la fusión nuclear. De los otros dos, ya en superficie, uno albergará un blanco de neutrones a baja energía, que permitirá probar instrumentación y materiales. El otro, tratará tejidos de pequeños animales para trabajar en oncología radioterápica experimental.

Uno de los últimos y más relevantes hallazgos del medio centenar de científicos que trabajan en el proyecto español es la obtención del plasma de hidrógeno, materia básica del acelerador de protones.

En la actualidad, los especialistas que desarrollan su labor en unas instalaciones en el campus de la UPV en Leioa trabajan en la creación de cuatro amplificadores de radiofrecuencia para avanzar en el proceso de aceleración de los protones.

La empresa que impulsa la Fuente de Neutrones sueca (ESS-AB) pidió el pasado abril a ESS-Bilbao que le detallase por escrito la naturaleza y alcance de su proyecto, en qué partes de la Fuente está capacitada para colaborar y qué otro tipo de labores puede desarrollar. El pasado 18 de agosto culminó el trabajo, que ya ha sido enviado a Lund.

Entre otras cosas, la Fuente vizcaína puede diseñar sistemas de superconductores de baja energía, crear diversa instrumentación para las fuentes de neutrones de todo el mundo y servir como estación experimental para probar diversos componentes. También podrá desarrollar moderadores, que sirven para sacar los neutrones y templarlos para que puedan manipularse.

La instalación permitirá, en una primera fase, generar y acelerar los protones con el objetivo de controlar alteraciones del ADN, estudiar el efecto de la radiación sobre componentes industriales o tratar materiales a nanoescala. Más adelante, la producción de neutrones gracias a la técnica de la espalación permitirá simular los efectos de la radiación sobre los elementos microelectrónicos usados en aviónica y desarrollar una estación de medidas de componentes de interés en la industria mecánica.

Un cambio de nombre

La empresa privada sueco-danesa que desarrolla con capital público la Fuente de Neutrones, llamada ESS-AB, ha solicitado formalmente a ESS-Bilbao, el consorcio que gestiona el centro vizcaíno, que cambie de nombre por resultar "demasiado parecido" al suyo.

El Consejo Rector del proyecto, el máximo órgano de gobierno de la futura Fuente de Neutrones, integrado por representantes del Gobierno vasco y el Ministerio de Ciencia, ya está estudiando la petición y no existe ninguna oposición por su parte al citado cambio de denominación. No obstante, ello exigirá algunas modificaciones estatutarias.

Todavía no existe ninguna propuesta sobre la mesa. Entre este mes y el que viene, el Consejo Rector se pronunciará al respecto.

La intención de distinguir entre ambos proyectos resulta mutua. Lund contará con varios centros asociados en todo el mundo que le surtirán de piezas y le prestarán sus instalaciones para diversos ensayos. Bilbao es una más de ellas, aunque se haya dotado de otras capacidades que le permiten tener "vida propia", ajena a la Fuente sueca. Por ejemplo, ESS-Bilbao estrenará a finales de año una instalación en Júndiz de procedimientos avanzados de soldadura que podrán ser útiles para otros proyectos científicos.

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