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Reportaje:La apuesta de San Sebastián para 2016

Hacia la creación cultural

Responsables institucionales y artistas analizan los puntos fuertes y débiles de la candidatura guipuzcoana

San Sebastián está ya lanzada de manera oficial en la carrera para tratar de convertirse en la Capital Europea de la Cultura en 2016. Será un largo camino en el que, de momento, compite con otras 13 ciudades españolas. Un maratón que terminará con éxito si la ciudad en su conjunto atina con un programa que aproveche las infraestructuras y el potencial cultural que ya tiene, con citas de alcance internacional como el Jazzaldia, el Zinemaldia y el Festival de Cine y Derechos Humanos, pero que no se conforme sólo con eso. Tendrá que explorar nuevos caminos y sumar propuestas novedosas y creativas si quiere llegar a la meta. Aunque la travesía en sí ya será estimulante y enriquecedora.

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Con motivo de la presentación en sociedad de la candidatura, ayer por la tarde en el Teatro Victoria Eugenia, este periódico ha contactado con responsables institucionales y con personas del mundo de la cultura para conocer sus impresiones y recabar su opinión sobre lo que ya tiene San Sebastián, pero, fundamentalmente, sobre hacia dónde debe caminar. Una reflexión que en muchos casos va más allá de 2016 y se adentra en el modelo cultural que se quiere para San Sebastián.

- Joxean Muñoz, director de Tabakalera. El Centro Internacional de Cultura Contemporánea, que prevé abrir sus puertas en 2013, será "un agente clave" para que San Sebastián, además de ser una capital donde se pueden "ver y escuchar espectáculos", sea un lugar donde "se crean contenidos propios". Ése será "el rol fundamental y diferenciador" de Tabakalera en una ciudad que "tiene una vitalidad cultural en cuanto a eventos muy fuerte, a un nivel mucho más alto del que suelen estar las ciudades de este tamaño".

Y ese tamaño, esa "escala humana" que hace de San Sebastián una ciudad "habitable", es en sí mismo "un atractivo". Otro factor "positivo" es su "complejidad cultural, la convivencia entre el euskera y el castellano". Ese debate entre lo global y la particularidad es ahora "importante" en Europa.

- Luisa Etxenike, escritora. La capital guipuzcoana cuenta con "un tejido de infraestructuras importante y, sobre todo, repartido por toda la ciudad" a través de las casas de cultura. Tiene, además, "una serie de programaciones reconocidas internacionalmente" y está "acostumbrada a recibir gente".

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Pero el gran debe de la ciudad es "la creación cultural, muy minoritaria". "Cuando hablamos de cultura en San Sebastián, hablamos esencialmente de difusión cultural. Y yo creo que las ciudades culturales son aquellas que además tienen una creación propia y desarrollan ideas y conceptos de cultura".

La escritora considera que es preciso trabajar también "la participación ciudadana, una recepción cultural activa". En su opinión, se abusa de cuantificar la cultura, de poner el acento en cuántas personas acuden a tal o cual evento. Frente a eso aboga por impulsar "la recepción crítica", para saber en cada momento "cómo se alimenta la ciudadanía de las manifestaciones culturales y cómo alimenta, cómo inspira dichas manifestaciones".

- Luis Chillida, director del Museo Chillida Leku. "Estamos bien colocados" tanto en infraestructuras, que se completarán con Tabakalera y el Museo San Telmo, como en actividades culturales, aunque "siempre es bueno un impulso de éstas". El museo creado en su día por Eduardo Chillida está dispuesto a colaborar. No en vano, la figura del escultor es "muy conocida en todo el mundo". ¿Cómo lo hará? De momento, está estudiando la posibilidad de ampliar sus exposiciones temporales en un espacio habilitado quizá en los cercanos terrenos de Lore Toki.

- José Antonio Sáinz Alfaro, director del Orfeón Donostiarra. La candidatura de San Sebastián tiene "fuerza". Es una ciudad "cómoda", que registra una de las más altas concentraciones de actividades culturales por metro cuadrado, así como de asistencia a las mismas o de "estrellas Michelín". ¿Fallas? "No sé. Igual no tenemos ojos para verlo. Quizá estamos un poco ensimismados".

- Mikel Olaciregi, director del Zinemaldia. Para su número de habitantes (183.500), San Sebastián tiene una oferta cultural "rica, variada, multidisciplinar y dirigida a los distintos sectores". "Quizá hemos perdido un poco de pulso en los grandes conciertos de rock, pero sigue siendo una ciudad de referencia y a veces de parada de grupos que no van a ciudades más grandes de España", resalta.

Y tiene claro el terreno en el que hay que trabajar en el futuro. "Aunque se han hecho ensayos de formas de culturas más novedosas, más vanguardistas y minoritarias, ahí hay un déficit". Confía, sin embargo, en que ese hueco lo llene Tabakalera.

- Borja Cobeaga y Pablo Malo, cineastas. Nominado al Oscar en 2007 por su cortometraje Éramos pocos, Cobeaga piensa que la tradición y oferta culturales ya existentes pueden considerarse de alguna manera "un peligro", porque la ciudad "se ha aburguesado en esas propuestas". Así que, al igual que otras voces, cree que "el empuje de Tabakalera para cosas más alternativas y menos convencionales resulta fundamental". Como cineasta, reclama una Filmoteca "más abierta, con proyecciones como en otras ciudades".

Su colega Pablo Malo, ganador del Goya a la mejor dirección novel por Frío sol de invierno en 2005, echa en falta "diversidad cultural" y "actividades en los barrios". Aunque todo lo que sea atraer cultura le parece "positivo", pide al Ayuntamiento que explique bien en qué consiste la capitalidad cultural, sobre todo si quiere que la ciudadanía se implique. "A los donostiarras nos cuesta implicarnos. Somos muy de mirar y de participar cuando todo está hecho", reconoce.

- Juancar Landa, músico. "La ciudad, sobre todo en los últimos quince años, ha logrado establecer unas iniciativas culturales sorprendentes a nivel europeo", comenta. Pero opina que "quizá ha pecado de no mirar lo suficiente a sus propios artistas". Y pone como ejemplo el Concurso Pop-rock, que, a su juicio, se ha ido quedando un poco "desangelado" con los años, en comparación con iniciativas similares como el Villa de Bilbao.

El músico, quien ha formado parte de grupos como Iguales y tú, Para qué engañarnos y, el más conocido, Sanchís y Jocano, apunta otro fleco. Cree que las instituciones han "absorbido" en exceso la programación cultural. Le gustaría que esa otra cultura más alternativa y "muy válida" tuviera más peso y más apoyo, sin perder su independencia.

Landa presentó hace unas semanas en concierto su último proyecto, un disco con versiones en euskera del cantautor francés Serge Gainsbourg, "Los idiomas por supuesto que tienen su intencionalidad", pero por encima de eso sitúa "la creatividad y la diversión".

- Andoni Luis Aduriz, cocinero. "Si asociamos gastronomía y cultura, San Sebastián es la ciudad de referencia en el mundo", afirma el chef, con dos estrellas Michelín por su restaurante Mugaritz. ¿Por qué? Porque "cubre un abanico que va desde lo más innovador hasta una cultura popular difícil de encontrar en otro lugar".

El cocinero se detiene en esa parte popular y, en concreto, en las sociedades gastronómicas, con una propuesta. "Falta una especie de ejercicio de conciencia general para compartir esa parte, que es la más sociológica, con la gente que en un momento dado pueda venir a visitarnos". Sabe que "ya se hace en alguna medida", pero insiste en que es necesario "cambiar un poco el tono". No sabe cómo se podría hacer, pero resalta que sería "como entrar en las cocinas del pueblo" y con ello incentivar "la comunicación", que "se va perdiendo un poco según se va sofisticando la comida".

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