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La regulación de la TDT

El Congreso convalida la TDT de pago entre críticas por su urgencia

El PP denuncia el "abuso, la arbitrariedad y la incompetencia" del Gobierno

Rosario G. Gómez

La aprobación de la televisión digital terrestre (TDT de pago) en pleno agosto, mediante un real decreto ley y en contra del criterio del Consejo Estado no ha gustado a la oposición. Todos los grupos criticaron ayer, durante el debate de convalidación del texto en el Congreso, el procedimiento legislativo utilizado por el Gobierno y amonestaron al ministro de Industria, Miguel Sebastián, por no haber derivado su regulación a la Ley General Audiovisual (LGA, cuyo anteproyecto fue visto por el Consejo de Ministros a finales de junio).

Pese al rechazo unánime de las formas empleadas, el Gobierno logró los apoyos necesarios para sacar adelante el real decreto ley, que fue convalidado por 183 votos a favor, 150 en contra y 6 abstenciones (IU-ICV, Na-Bai, BNG y UPN). Finalmente, CiU, ERC y CC respaldaron el texto, mientras que PP, PNV y UPyD lo rechazaron. En una segunda votación, el PP no consiguió que se tramitara como proyecto de ley.

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El PP arremetió con especial contundencia contra el decreto ley. Su portavoz, Miguel Ángel Cortés, consideró que es un episodio más de la política audiovisual del Ejecutivo, caracterizada por "el abuso, la arbitrariedad y la incompetencia" y argumentó que el procedimiento puede ser "rigurosamente inconstitucional".

De hecho, el recurso al real decreto ley sólo se puede utilizar en caso de "extraordinaria y urgente necesidad", según el artículo 86 de la Constitución. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se esforzó en justificarlo. Dijo que se trata de una normativa "de indudable importancia económica y tecnológica" que movilizará más de 5.000 millones de euros en cuatro años y liberalizará la televisión de pago.

Su argumentación no tuvo mucho eco. Cortés recordó que el plan de transición a la TDT establecía que la modalidad de televisión de pago "era para el cable o el satélite, mientras que la TDT era en abierto". De paso, reprochó a Industria haber permitido que los usuarios compraran descodificadores (se han vendido ya 22 millones de sintonizadores digitales) que no servirán para captar las emisiones de pago. En un terreno más político, dijo: "Este Gobierno sólo busca favorecer a los amigos y dejar claro que conviene ser dóciles a la voluntad del poder. Ofrecer zanahorias y utilizar el palo para disciplinar a medios privados".

El Ejecutivo recibió también duras críticas del diputado de IU-ICV Gaspar Llamazares, que no encontró "razones para a la urgencia" y tampoco vio que la TDT de pago sea de "interés general" para los ciudadanos. Más bien lo contrario. Llamazares cuestionó la "política mosaico" en el ámbito audiovisual, destinada a "trocear el sector y pactar trozo a trozo con los afectados". Desde el PNV, José Ramón Beloki acusó al Ejecutivo de "caminar a impulsos" y a "saltos de mata", bordeando la legalidad por usar un decreto ley para regular una modalidad televisiva.

También CIU, aunque con más benevolencia, criticó el "abuso" que el Ejecutivo hace de este mecanismo. Su portavoz, Josep Sánchez Llibre, afirmó que el Gobierno "no ha estado acertado". No obstante, dejó claro que el sentido del voto de CiU no estaba condicionado por la forma utilizada sino por el contenido que, en su opinión, fomenta la competencia y facilita la innovación de las parrillas. El diputado de ERC Francesc Canet defendió la LGA como el "contexto natural" de la TDT de pago y apeló a la "responsabilidad política" para convalidar el texto pese a las "reticencias" de procedimiento.

Más dura, la líder de UPyD, Rosa Díez, dijo que la TDT de pago es "un regalo a los amigos" y "una decisión arbitraria" aprobada a través de un mecanismo "inadmisible". Díez recordó que 24 horas después de que el Gobierno diera el pistoletazo de salida, un operador (Mediapro, que forma parte de La Sexta a través de Imagina, líder de GAMP) anunciaba la puesta en marcha de Gol TV en TDT de pago.

Sólo el socialista Óscar López hizo una defensa cerrada. Frente a la oleada de críticas, Sebastián intentó justificar la medida echando mano del interés general -"antes un partido de fútbol costaba 12 euros y ahora por menos de 15 se pueden ver ocho"- y negando que fuera fruto de la precipitación. Y ante la falta de descodificadores para captar las señales de pago, avanzó que antes de fin de año habrá en el mercado 250.000 sintonizadores.

La diputada Rosa Díez saluda al Ministro de Industria, Miguel Sebastián.
La diputada Rosa Díez saluda al Ministro de Industria, Miguel Sebastián.LUIS SEVILLANO

¿20 años de monopolio?

Una vez concluido el debate parlamentario, Miguel Sebastián se felicitó por el respaldo del Congreso a la TDT de pago y dijo que la regulación termina "con 20 años de monopolio" en este tipo de servicios y resuelve "una asignatura pendiente". Las emisiones de TDT de pago, sin embargo, tienen diez años de historia. La plataforma Quiero TV -liderada por Planeta, principal accionista de Antena 3- comenzó a operar en 2000. Ofrecía 14 canales de televisión y para su recepción eran necesarios descodificadores especiales. Quiero TV fue un sonoro fracaso. En sus mejores tiempos apenas llegó a los 200.000 abonados. Quebró a los dos años y los canales que dejó libres son los que ahora se han repartido las cadenas privadas.

La historia de la televisión codificada no se reduce sólo a Canal +, que inició sus emisiones en 1998. Este tipo de emisiones de pago se distribuyen sin ningún tipo de trabas (no requieren de concesión administrativa) por satélite, cable, ADSL o telefonía. Es el caso de Digital +, Ono, Imagenio, Euskaltel, Telecable u Orange. Entre todas tienen cuatro millones de abonados. Por ahora, el único canal en TDT de pago es Gol TV, que emite a través de La Sexta.

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