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La NASA plantea traer rocas de Marte

Un alto cargo de la agencia propone un viaje de ida y vuelta al planeta rojo en 2018 o 2020 para obtener muestras y analizarlas ø La misión costaría hasta 3.000 millones de euros

Una misión espacial no tripulada que viaje a Marte, tome allí unas muestras bien seleccionadas y regrese a la Tierra con ellas costaría entre 2.200 y 3.000 millones de euros. Los científicos podrían entonces hacer análisis exhaustivos de esos trocitos del planeta rojo en los mejores laboratorios, como hicieron con las rocas lunares hace casi cuarenta años. La idea, que la NASA tiene en mente desde hace más de una década, podría ser realidad dentro de diez años, hacia 2018 ó 2020, ha dicho Alan Stern, director adjunto de la NASA para misiones científicas. Más que una misión, él lo vería como un plan de varios viajes. Pero ni se ha aprobado ni puesto en marcha aún un programa para cumplir estos objetivos.

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Stern lo ve tan claro que quiere incluir en el próximo vehículo todoterreno que la NASA mandará a Marte, el Mars Science Laboratory, en 2009, algún dispositivo de ensayo con vistas a esas futuras operaciones de traer muestras. También propone a la Agencia Europea del Espacio (ESA) que haga algo similar en su todoterreno ExoMars, de 2013.

La cuestión se debatió en la VII Conferencia Internacional sobre Marte, que reunió el mes pasado en Caltech (California) a unos 500 especialistas, informa Space.com. Las voces críticas señalaron que invertir 2.200 o 3.000 millones de euros en traer muestra de Marte se chuparía demasiados fondos del programa en curso de exploración de ese planeta, con alto riesgo de paralizarlo.

El sueño de los científicos de tocar directamente muestras de Marte bien elegidas no es nuevo, ni de ellos ni de los ingenieros espaciales que han concebido estrategias más o menos realistas para semejante viaje automático de ida y vuelta. La NASA puso en marcha a mediados de los años noventa un plan de exploración continuada de Marte que se está desarrollando con el lanzamiento de una o dos misiones cada 26 meses (aprovechando la proximidad de la Tierra y su planeta vecino). Este esfuerzo y aprendizaje culminaría, tras 15 años de exploración sistemática, con una misión que trajera muestras. El desarrollo de tal operación interplanetaria nunca se llegó a aprobar, lo que es coherente con el plan de la NASA de concretar las misiones a corto plazo, apoyándose en la experiencia adquirida en las cumplidas recientemente. La selección del tipo de muestras y del mejor lugar para tomarlas sería la tarea de los científicos; el cómo llegar allí y traerlas, de los ingenieros.

Aunque el plazo de 2012 quedó en suspenso en los planes de la NASA, algunos expertos han seguido dando vueltas al reto que eso supone, al menos conceptualmente. Hay que llegar a Marte con robots y recoger muestras de rocas, hay que guardarlas bien, hacer despegar de allí una cápsula -nunca hasta ahora se ha despegado de otro mundo-, realizar el viaje de vuelta y tener muy bien planeada la llegada a la Tierra. De esta última fase, la seguridad sería el problema principal, es decir, habría que evitar cualquier posibilidad de contaminación terrestre con material procedente de otro mundo. El recipiente de regreso tendría que estar perfectamente blindado para evitar cualquier posible dispersión fortuita de las muestras.

Hace tres años, se rompió la cápsula Genesis -que traía partículas de viento solar- al estrellarse en el desierto de Utah por un error en la trayectoria de caída. Aunque no hay pruebas de que en Marte haya o haya habido organismos vivos, si el contenedor roto de la Genesis hubiera contenido muestras de allí, las alarmas habrían sonado y bien fuerte.

La idea para recibir el material de Marte en la Tierra sería diseñar un plan exhaustivo de recuperación de la cápsula hermética y de traslado de la misma a un laboratorio de alta seguridad. Otra opción que en algún momento se consideró sería recibir las muestras en la Estación Espacial Internacional y dejarlas allí en cuarentena para un traslado posterior en condiciones de máxima seguridad a la Tierra.

Stern ha revivido la idea de traer muestras. La primera misión sería "muy simple, un ensayo de viabilidad tecnológica". Pero también ha señalado que habría que hacerla con el presupuesto corriente de la NASA, tal vez saltándose algunas de las misiones bianuales.

Frente a los que temen que un plan de traer muestras paralice el programa de exploración del planeta rojo en curso, Stern defiende la utilidad de un plan atractivo para la opinión pública y los políticos. Marte se lleva actualmente el 46% del presupuesto de la división planetaria de la NASA (mil millones de euros al año) y sin un objetivo ambicioso y visible, como traer a la Tierra algo de Marte, la financiación podría verse reducida en el futuro, ha advertido.

La próxima misión a Marte, la sonda Phoenix, tiene que partir este mes y la NASA anunció ayer que el lanzamiento, previsto para el viernes, se ha aplazado 24 horas.

Ilustración del despegue, en Marte, de una cápsula con destino a la Tierra.
Ilustración del despegue, en Marte, de una cápsula con destino a la Tierra.NASA

MUESTRAS BIEN ELEGIDAS

- Las misiones que la NASA y la ESA hacen en el planeta rojo son útiles para seleccionar con el mejor criterio la zona dónde tomar muestras y el tipo de las mismas.

- Los laboratorios en la Tierra tienen medios que de momento no pueden viajar a otro planeta.

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