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Obama encarga estudiar las implicaciones bioéticas del hallazgo de Venter

Políticos, científicos y religiosos valoran la creación de la primera célula con cromosoma sintético

El mundo de la ciencia, la política o la religión valora hoy el anuncio realizado ayer por Craig Venter, uno de los padres del genoma humano, cuyo equipo ha creado por primera vez una célula controlada por un genoma sintético. Es difícil predecir el alcance de esta nueva tecnología, pero, entre los proyectos de Venter, está diseñar un alga que fije el CO2 atmosférico y lo convierta en hidrocarburos, utilizando la energía de la luz solar. Otros proyectos buscan acelerar la producción de vacunas y mejorar la de ciertos ingredientes alimentarios, o diseñar microorganismos que limpien las aguas contaminadas. Mientras unos instan a analizar las implicaciones bioéticas del descubrimiento, otros ya alertan de sus riesgos -como la fabricación de armas químicas y bacteriológicas- o minimizan la importancia del hallazgo.

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El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha mostrado "cautela" ante el anuncio y ha declarado que "es necesario esperar para saber más del caso". El presidente emérito de la Academia Pontificia para las Ciencias, el prelado Elio Sgrecia, también ha pedido precaución y reserva.

Centro de Regulación Genómica

El subdirector del Centro de Regulación Genómica (CRG), Luis Serrano, considera que el hallazgo es algo parecido a lo que pasa en la película Parque Jurásico para generar dinosaurios. Venter "ha secuenciado el genoma de una bacteria de las más pequeñas que existen, lo ha sintetizado in vitro y ha reemplazado el genoma de una bacteria relacionada con el sintetizado. El nuevo genoma ha tomado el control de la célula y, al cabo de unas generaciones, las nuevas bacterias son idénticas a aquellas de las cuales se sintetizó el ADN", ha explicado a EL PAÍS. En su opinión, "el experimento es un hito, aunque está lejos de crear vida artificial". "Lo que hace es abrir el camino para hacer ingeniería o diseño de organismos a un nivel no alcanzado hasta ahora".

Arthur Caplan, bioético

"El logro de Venter parece acabar con el argumento de que la vida requiere de una fuerza especial o poder para darse. Desde mi punto de vista, el hallazgo es uno de los más importantes de la historia de la Humanidad", ha opinado el bioético Arthur Caplan, de la Universidad de Pensilvania, en la revista Nature. "El descubrimiento echa por tierra una creencia fundamental acerca de la naturaleza de la vida que sería equiparable, en lo que tiene que ver con el conocimiento de nosotros mismos y de nuestro lugar en el Universo, a los descubrimientos de Galileo, Copérnico, Darwin o Einstein".

Jim Collins, ingeniero biomédico

También en Nature, Jim Collins, profesor de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Boston, se muestra menos entusiasta. "Francamente, los científicos no saben lo suficiente acerca de la biología como para crear vida". "El trabajo publicado por Venter y su equipo es un importante avance en nuestra capacidad para hacer diseño o ingeniería de organismos, pero esto no significa que fabriquemos nueva vida desde cero".

Carlos Martínez, ex secretario de Estado de Investigación

El también ex presidente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estimado que el estudio de Venter supone un avance tecnológico extraordinario, si bien ha aclarado que no se crea vida artificial. Para este científico, este avance "puede tener en el futuro excelentes utilidades para luchar contra los grandes problemas" sociales, como la crisis alimentaria o la crisis energética. Sobre si este logro puede o no tener un uso perverso, Martínez ha indicado que "nuestra sociedad es una sociedad de riesgos". En este sentido, ha afirmado que "la mala utilización del conocimiento puede tener efectos negativos", pero, ha subrayado, es la sociedad la que "ha de poner el marco, la regulación y las normas para la aplicación y generación de este conocimiento".

Amigos de la Tierra

Para Eric Hoffman, miembro de la asociación ecologista Amigos de la Tierra, "debemos poner en marcha regulaciones lo suficientemente fuertes para proteger el medio ambiente y la salud humana de esta nueva tecnología potencialmente peligrosa".

Marcelo Palacios, presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI)

Este científico considera que el trabajo de Venter "abre campos y posibilidades enormes" desde el punto de vista técnico, aunque también ha precisado que no supone la creación de vida artificial. "Quien conozca lo que es la maravillosa y complejísima fábrica que constituye una célula, verá que lo que se ha aportado es una parte de ese funcionamiento celular pero la célula es muchísimo más", ha asegurado. Según ha apuntado, "hay una diferencia abismal" entre haber incorporado al interior de una célula el material genético sintetizado en laboratorio de otra muy similar, a crear una célula viva de manera artificial. Asimismo, Palacios ha estimado "necesario" que se aclare quién se va a beneficiar de esto, si los que lo pueden pagar o toda la población mundial, y si puede dar lugar a "actuaciones perversas" como la creación de armas químicas y bacteriológicas. "En eso se tiene que adelantar la bioética", ha remachado.

Carlo Bellieni, neonatólogo

En un artículo en el diario vaticano L'Osservatore Romano, el profesor Carlo Bellieni asegura que se trata de un trabajo de "ingeniería genética de alto nivel, un paso más en la sustitución de parte del ADN". "Pero en realidad no se ha creado vida", precisa, y subraya que se ha logrado "un resultado interesante, que puede encontrar aplicaciones y que debe estar regulado, como todas las cosas que tocan el corazón de la vida". Según el neonatólogo, la ingeniería genética puede hacer cosas buenas, pero hay que unir la valentía con la cautela.

Cardenal Angelo Bagnasco

El prelado ha declarado que el descubrimiento de Venter es una nueva "señal" de la gran inteligencia del hombre. A juicio de Bagnasco, la inteligencia y la responsabilidad van juntas y cualquier forma de inteligencia debe ser medida teniendo en cuenta la dimensión ética y la dignidad de las personas.

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