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Comunicación

Los partidos quieren noticias políticas 'al peso' en la televisión

Los profesionales rechazan que se tase el tiempo en campaña electoral

Rosario G. Gómez

El pacto de los dos grandes partidos, PSOE y PP, para que las televisiones privadas emitan crónicas de todos los partidos en campaña electoral según el número de escaños, ha generado estupor en las redacciones de las cadenas y provocado la enérgica condena de las asociaciones profesionales. Esta obligación se suma a la prohibición de los partidos para que las televisiones metan sus cámaras en los mítines o la imposición de severas condiciones para la celebración de debates ante las cámaras.

Al igual que ocurre con las cadenas públicas, las comerciales estarán obligadas a respetar criterios de proporcionalidad a la hora de repartir los tiempos entre los partidos, según una iniciativa que debatirá el Congreso. "Es aberrante, un disparate", dice Gloria Lomana, directora de informativos de Antena 3. "Responde a un planteamiento del siglo XIX. No se ajusta a la realidad. Es peregrino. Tasar las noticias equivale dar información al peso, añade su homólogo de Sogecable, Juan Pedro Valentín.

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La Junta Electoral será el organismo encargado de vigilar el cumplimiento de esta obligación. Valentín considera que las funciones de este organismo deberían ser muy distintas. "Tendría que velar para que la información sea ecuánime y no sesgada, pero parece que los partidos tienen miedo a que en periodos electorales haya libertad de información", añade. Los grandes partidos argumentan que la medida va destinada a preservar el pluralismo.

La medida traslada a las televisiones privadas una práctica habitual en las públicas, pese a que tanto TVE como las autonómicas han reclamado que se derogue. La catalana TV-3 ha hecho visible su protesta dejando de firmar las crónicas durante las campañas.

Lomana considera que la obligación de cumplir determinadas obligaciones de proporcionalidad "tiene sentido" en las públicas, pero encorsetar la información en las privadas es "puro intervencionismo". "Las televisiones somos empresas privadas y tenemos derecho a organizarnos en libertad. Las cuotas en sí mismas no siempre son coherentes con lo que es noticioso, relevante o interesa a los ciudadanos", asegura.

Según el plan diseñado por PSOE y PP, el bloque dedicado a cada partido será proporcional al número de escaños que obtuvo en los comicios anteriores. Una medida que, aplicada a la televisión pública, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) considera "de dudosa constitucionalidad". Pero someter los contenidos de las privadas al mismo control es visto como "un atentado a la libertad de información". La APM anuncia su intención de recurrir a todas las instancias posibles para que el Congreso dé marcha atrás. El decano del Colegio de Periodistas de Galicia, Xosé Manuel Pereiro, recuerda que las organizaciones profesionales han acudido al Tribunal Constitucional para que se anule la obligación de emitir bloques electorales cronometrados. El Supremo ya falló en contra de esta pretensión. Pereiro sostiene que si la jerarquía de la información queda en manos de la Junta Electoral solo se conseguirá "ahondar la distancia entre la información política y la ciudadanía"·

Para Valentín, responsable de los informativos de Cuatro y de CNN+, "es una barbaridad". "Da igual lo que digan los políticos. Sólo les preocupa el tiempo. Todos sabemos que se puede dedicar un minuto a poner verde a un candidato y 30 segundos a poner por las nubes a otro". Por eso opina que la Junta convierte las campañas en "periodos de excepción" desde el punto de vista de las informaciones. Y se pregunta en virtud de qué criterios se obliga a las televisiones a hacer bloques cronometrados y no se hace lo mismo con las radios, los medios digitales o los periódicos.

Socialistas y populares esgrimen que las televisiones son concesiones administrativas y que ocupan un bien escaso, como es el espacio radioléctrico. Sin embargo, las radios utilizan también frecuencias que adjudican el Gobierno central o las comunidades autónomas. "El Gobierno no puede estar siempre con la amenaza de que tenemos una concesión y nos la pueden quitar", replica la responsable de informativos de Antena 3. Y se pregunta "dónde está el límite del intervencionismo". Valentín considera ridículo que se intenten aplicar a las campañas "normas absurdas, de los años setenta, propias de la Transición, cuando se pegaban carteles por las calles". "A las televisiones se nos debe exigir respeto a la pluralidad y a los principios democráticos. Pero los partidos pretenden imponernos corsés porque ellos funcionan de manera oscurantista" concluye Lomana.

Cámaras en un acto electoral en Murcia, en febrero de 2008.
Cámaras en un acto electoral en Murcia, en febrero de 2008.GORKA LEJARCEGI

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