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Laia Palau y los triples a un euro

La base catalana, que ayer logró dos canastas desde el centro del campo, prioriza la defensa al juego individual

Después de cada entrenamiento, las jugadoras de la selección española femenina de baloncesto tienen un pequeño ritual. Lanzan a canasta desde el centro del campo y, las que aciertan, se llevan un euro de cada una de las demás por cada triple conseguido. Ayer, ante Polonia, Laia Palau (Barcelona; 1979) se hubiera llevado un botín de 22 euros después de los dos increíbles lanzamientos que protagonizó sobre la bocina. Uno para empatar a 20 el primer cuarto y el otro para cerrar el partido con 15 puntos de diferencia. Pese a ello, la base del Ros Casares cree que los hados aún no están de su lado.

"Tantas canastas del rival con suerte en los segundos finales y acciones desafortunadas no es un indicativo de cosas buenas. Siempre creo que la suerte llega cuando estás en camino de encontrártela y esto quiere decir que todavía no estamos en el camino para ello", aseguró la jugadora tras el partido. Dos pequeños milagros a los que siguió una ligera decepción, al llegar a un vestuario vacío, que ella esperaba ver lleno de felicitaciones. "No había nadie esperándome. Me he liado haciendo entrevistas y cuando he llegado se habían ido todas [las compañeras]", comentó entre risas.

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La verdad es que Palau es una lanzadora irregular. Los porcentajes durante su larga carrera han fluctuado notablemente: del 40% en triples que logró en la temporada 2003/2004 con el Universitat de Barcelona -antes de irse dos años a jugar a Francia en el Bourges- pasó a un 14,8% en la 2006/2007, durante su primer año con el Ros Casares, y ha cerrado esta campaña en el equipo valenciano con un 33,3%. En el Europeo, apenas había intentado un triple hasta ayer, sin suerte.

"Cuando llega esa situación no se te pasa nada por la cabeza. Piensas que te ha tocado y lanzas sin más. Cuando ves que entra das un grito de rabia porque es un triple importante. El rival acaba de meter y tú se la devuelves en una jugada afortunada que siempre duele más porque es en los últimos segundos", analizó.

Las cualidades que han hecho que la catalana sea una jugadora importante en el equipo valenciano -que desde su llegada en 2006, año en que fue elegida séptima mejor jugadora FIBA, encadenó cuatro tripletes consecutivos (Liga, Copa del Rey y Supercopa)- pasan más por la distribución del juego y la intensidad atrás. "Sí que es verdad que en ataque he estado un poco perdida y como el equipo no ha estado inspirado, y yo soy una jugador de equipo, tampoco había funcionado individualmente. En defensa siempre intento revolucionar al equipo, aportar intensidad y agresividad. Por eso se me ve un poco ida de la cabeza, metiendo hachazos... Pero es lo que siempre intento hacer para ayudar al equipo", asegura la base, famosa por sus enfados sobre el parqué.

Tras cerrar la primera fase ante Polonia, España se estrena en la segunda liguilla contra una de las grandes favoritas, Francia, ante la que habrá de elevar el juego mostrado hasta ahora en el Europeo. "Obviamente no estamos al nivel que deberíamos estar y al que he visto en esta concentración, pero he visto cosas interesantes. Ahora estamos contentas y orgullosas, porque hemos notado que algo ha cambiado". Palabras que cobran relevancia en una veterana que se ha colgado tres bronces y una plata europeas y otro bronce más en el Mundial del año pasado. Mañana, a partir de las 20.30, Palau y sus compañeras tendrán oportunidad de demostrar que España vuelve a optar a las medallas.

Laia Palau defiende a la jugadora alemana Lea Mersch.
Laia Palau defiende a la jugadora alemana Lea Mersch.EFE

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