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"Piqué sabe que le quiero mucho"

Guardiola dice que envió al defensa central a la grada por una cuestión táctica

Siempre intervencionista, Pep Guardiola removió ayer otra vez la alineación del Barcelona y dejó a Xavi y Piqué en la grada frente al Bayer Leverkusen.

Las razones del descarte del centrocampista son claras: padece un edema en el sóleo, músculo en el que viene arrastrando molestias hace meses. "No está bien. Por eso no le puse en Pamplona, donde ya me habría gustado hacerle jugar", explicó Guardiola. Según el parte médico oficial, la evolución de la dolencia marcará su disponibilidad para el próximo encuentro, contra el Valencia, este domingo en el Camp Nou.

El descarte de Piqué generó murmullos. Como no parecía muy probable que fuera un castigo por su mal partido ante Osasuna, pues no es el estilo de Guardiola, se especuló con que tuviera que ver con el percance automovilístico que sufrió el lunes cuando se desplazaba al Camp Nou. La versión oficial dice que se bajó del coche, dejó la puerta abierta y un autobús se la llevó por delante.

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Al final, Guardiola dio su razón y subrayó que fue una cuestión táctica. "La semana que viene no tengo a Mascherano ni a Alves. No podía quedarme sin él. También he dejado fuera a Tello", recordó antes de negar que su decisión pueda molestar al central: "Sabe que le quiero mucho y que es intocable e importantísimo para nosotros". Piqué solo ha jugado un partido en la Liga de Campeones este curso: contra el Bate Borisov (4-0).

Por otra parte, Guardiola admitió que su equipo estuvo mejor en el segundo tiempo que en el primero. Algo que, dijo, ya suponía: "Uno no puede esperar venir a Alemania y que el rival no cree ocasiones de gol. Los del Bayer son muy fuertes, rapidísimos al espacio y muy profundos. Pero nosotros también hemos generado muchas oportunidades tras el descanso".

El técnico se confesó satisfecho porque el Barça va "dando pasitos" y se ve hoy más cerca de los cuartos de final de la Champions: "Solo se dice que hemos jugado bien cuando ganamos por 4-0. Pero tengo la sensación de que no es que estemos regular, sino que antes estuvimos muy bien. Estos futbolistas son unos artistas compitiendo".

Cesc siguió con el mismo discurso: "Había razones para jugar como lo hicimos en la primera parte. Parecería aburrido, pero era lo que pedía el partido. Teníamos que cansarlos porque son muy físicos". Después reconoció que la derrota en el Reyno de Navarra dejó al vestuario muy tocado -"fue un palo duro"-, pero resaltó que las ganas de vencer siguen intactas: "Siempre tenemos la misma ilusión. El míster no dejará que nos rindamos". Y concluyó con un deseo: "A ver si podemos ahora recortar puntos al Madrid".

El Barça no cuenta una derrota europea desde el 16 de febrero de 2011, cuando cayó (2-1) en el campo del Arsenal precisamente en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

Xavi y Piqué, en la grada del estadio del Leverkusen
Xavi y Piqué, en la grada del estadio del LeverkusenINA FASSBENDER (REUTERS)

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