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Congreso y Senado aprueban la ley de Amnistía

El Senado apoyó la ley aprobada en el Congreso

El Senado ratificó ayer tarde la amnistía por 196 votos favorables ninguno en contra y seis abstenciones. La aprobación de la proposición de ley recibida del Congreso fue la primera decisión tomada por la Cámara Alta inmediatamente después de su constitución definitiva, que confirmó a Antonio Fontán y a los restantes miembros de la Mesa interina al frente de la misma.En un ambiente más cálido y desordenado que el del Congreso de los Diputados, el Senado celebró una especie de juegos florales de la amnistía, en una sesión más retórica y quizá más espectacular que la de la Cámara Baja.

La constitución definitiva del Senado, que mereció unas palabra de su presidente, ahora definitivo, Antonio Fontán, en ofrecimiento a los senadores para no defraudarles en la confianza depositada, precedió al debate sobre la proposición de ley de amnistía, que no fue tal, ya que no se produjeron intervenciones en contra.

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Las primeras palabras fueron la del liberal Joaquín Satrústegui quien hizo un canto a la necesidad de una amnistía total. En apoyo de este carácter, con todas sus consecuencias, recordó cómo el general Sanjurjo fue retirado del Ejército y reintegrado a él en virtud de una amnistía. Hizo un homenaje a los militares profesionales que obedecieron al poder constituido de la República.

Añadió que la flor naciente de nuestra democracia requiere protección y que en el futuro habrá que hacer una proposición de ley para solucionar los problemas no resueltos por esta amnistía.

Sus palabras fueron acogidas con una ovación de gala, con los senadores puestos en pie. En medio de los aplausos. Justino Azcárate se dirigió desde su escaño hasta el lugar ocupado por el señor Satrústegui y ambos se fundieron en un abrazo.

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El socialista Francisco Ramos recordó después los tiempos duros, de la clandestinidad, la participación en manifestaciones en solicitud de amnistía y se congratuló de poder aprobarla ahora, desde la representación otorgada por el pueblo.Azcárate a favor de la paz. También Justino Azcárate intervino para pedir la unánime aprobación de la amnistía. «Así -dijo- serviremos mejor a la paz de España.»

Por UCD, Marco Tabar aludió la necesidad del olvido y vio en la amnistía una esperanza, una con fianza y una exigencia para todos.

Luis María Xirinachs expresó su convicción de que no era posible conseguir hoy una amnistía mayor. Pidió que el Rey ampliara la gracia a delitos de carácter social. Terminó anunciando que a partir de ahora cesará en su actitud de permanecer de pie en las sesiones y dio las gracias «a todos -dijo- desde el policía que nos pegó, hasta el gran estadista que ganó la guerra y que nos enseñó a apreciar nuestra libertad. Cuidaremos de ella».

Juan María Vidarte, senador vasco, se felicitó de la amnistía conseguida para su pueblo, y Luis Sánchez Agesta (independiente) dijo aceptar la amnistía por considerarla justa, por contribuir a la estabilidad y por significar un acto de reconciliación.

Poco después se procedió a la votación, con la que se ratificó la aprobación de la amnistía y se levantó la sesión hasta el próximo día 19.

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