El INI tiene ya preparada la carta de despido para los excedentes del sector naval que no han querido acogerse a los fondos
La División Naval del Instituto Nacional de Industria (INI), de la que dependen los astilleros públicos, tiene ya preparada la carta de despido que enviará -posiblemente mañana- a los trabajadores excedentes de la construcción naval que no han querido acogerse a los fondos de promoción de empleo. Ayer eran aún más de 2.000 trabajadores en todo el territorio nacional los que habían rechazado los citados fondos y que perderán en consecuencia los complementos al seguro normal de paro.
La carta está redactada para evitar posibles confusiones en los afectados. Así, se indica que si al recibo de la misma el interesado aún no ha escrito solicitando sus pase a los fondos, debe considerar que en ese mismo momento queda rescindido su contrato, es decir queda despedido, y que en los próximos días recibirán una nueva notificación para proceder a la liquidación de sus haberes. También se especifica que, si por el contrario, el destinatario de la carta ya ha escrito a la División Naval pidiendo su pase a los fondos, la comunicación carece de validez.
Según reconocieron fuentes de la División Naval, se trata en definitiva de dar un plazo más a los trabajadores afectados. El INI está estudiando la posibilidad de dar una última oportunidad en el momento de presentar la liquidación. Si en ese momento el trabajo opta por pasar a los fondos, el Instituto trataría la situación.
Diferencias importantes
La diferencia entre pasar a los fondos de promoción de empleo y pasar directamente al seguro de paro -caso de los trabajadores que no han pedido expresamente su inclusión en los fondos- es, económicamente, muy importante. Los trabajadores de los fondos cobran el 90% de su salario neto durante tres años y ven revisadas sus percepciones a lo largo de este periodo. No pierden su vínculo laboral con la empresa. Siguen, en teoría, perteneciendo a su astillero. Cuentan con la promesa de ser recolocados en otras actividades que promoverá la iniciativa pública.Los que han decidido no entrar en los fondos, recibirán la carta de despido. La empresa les dará una indemnización de veinte días por año de antigüedad, con un tope máximo de una anualidad; es decir, lo que marca el Estatuto de los Trabajadores en los casos extinción del contrato por causas tecnológicas o de fuerza mayor.
Los trabajadores pasarán automáticamente al seguro de paro, donde, según la Ley de Protección al Desempleo, podrán permanecer durante 24 mesdes. Los seis primeros meses cobrarán el 80% de sus retribuciones brutas -equivalente al 90% del salario neto-, los seis meses siguientes percibirán el 70%, y el último año, el 60%. El tope máximo en las percepciones será el 170% del salario mínimo interprofesional (SMI), unas 63.000 pesetas mensuales, para los trabajadores que no tengan hijos o tengan uno sólo, y del 220% del SMI (82.000 pesetas) para los que tengan dos o más hijos.
Aunque ayer se confiaba en medios del INI que antes de remitir la carta de despido -posiblemente mañana,jueves- habrían de recibirse algunas cartas más, existía también la certeza de que no menos de 2.000 trabajadores, de un total de casi 8.000 se quedarán fuera de los fondos, perdiendo, por tanto, los beneficios que comporta el estar afectado por la reconversión. La mayoría de ellos serán de Astano (cerca de 1.700), el resto de Euskalduna, en Bilbao, (77); Sestao (89), de Sevilla, Cádiz y Puerto Real, con cifras mucho más reducidas.
