Aznar defiende hoy un "decálogo" en el que se presenta al PP como alternativa al PSOE
ANABEL DÍEZ / JUAN G. IBÁÑEZ José María Aznar expondrá hoy un "decálogo", o resumen de la propuesta del Partido Popular, a la sociedad española para pedirle su confianza como alternativa de Gobierno a los socialistas. Éste será el elemento principal de su intervención en la clausura del décimo congreso de su partido. Aznar pidió ayer a todos los militantes del PP, al defender la candidatura que encabeza para la dirección nacional del partido, que pasen de "la moral de resistencia a la moral de victoria" y dediquen sus mayores esfuerzos a ganar elecciones y llegar al Gobierno de la nación.
El virtual presidente del PP agradeció en público la labor de todos sus predecesores, como Félix Pastor Ridruejo, Antonio Hernández Mancha, aplaudido por casi todos los congresistas puestos en pie, y Manuel Fraga, ovacionado por todos los asistentes. Aznar presentó su candidatura a la presidencia nacional del partido como parte de un proyecto politico para el que está decidido a construir "un partido ganador". Heredero de Fraga por voluntad del veterano líder conservador, aseguró a los congresistas que "el testigo será bien llevado", a la vez que, en un alarde de humildad, les pidió que no esperen milagros aunque pueden confiar en que actuará con honradez, integrado en un equipo leal.Consciente de las limitaciones que han impedido hasta ahora al PP un crecimiento electoral., defendió con vehemencia la necesidad de avanzar hacia el centro político, a la vez que reconoció la urgencia de abrir el partido y concitar más crédito político y social. El nuevo líder resumió el desafio al que, a su juicio, debe responder el Partido Popular con tres adjetivos: partido independiente, moderado y centrado. Esta definición del partido fue aprobada ayer por unanimidad.
El clima fraternal ha presidido los trabajos de esta asamblea en la que todo ha sido configurado para arropar al nuevo líder, incluido el presidente saliente, Manuel Fraga, que proclamó su "disciplina incondicional" a José María Aznar.
Durante la primera jornada del décimo congreso del PP no ha habido resquicio para la improvisación, dado el esmerado cuidado con el que los hombres de confianza de Aznar lo han preparado. Dirigentes de este partido anticiparon a este periódico que el plato fuerte se servirá hoy, cuando Aznar presente "un decálogo" que quiere ser la síntesis de la oferta popular a los ciudadanos, con el objetivo de que vaya calando la idea de que el PP está preparado para ser "alternativa a los socialistas".
Esta oferta, conscientes de que acaba de comenzar una nueva legislatura en la que el PSOE goza de mayoría, pretende que surta los primeros efectos en las elecciones municipales y autonómicas de 1991, aunque no desdeñan efectos positivos para los comicios en Andalucía del próximo mes de junio. No por casualidad este congreso se está celebrando en Sevilla.
A un año y dos meses del llamado congreso de refundación, en el que la extinta Alianza Popular se convirtió en Partido Popular y en el que Antonio Hernández Mancha, con un significativo "usted tranquilo don Manuel" se retiró por la fuerza de la presidencia del partido para ser asumida de nuevo por Fraga, muchas cosas han cambiado en esta organización, fundamentalmente en los aspectos internos.
Resulta dificil ahora encontrar voces discrepantes en su seno y hasta quienes se han quedado descolocados no pasan del comentario crítico reservado, conscientes de que lo nuevos dirigentes han conseguido aglutinar a la inmensa mayoría del partido.
