Sin llamar al extranjero
Hasta hace pocos meses, aquellos que gustaban a través del teléfono "volverse locos de placer", como reza un anuncio de una línea erótica, tenían que marcar un número de 12 cifras que correspondía a un país extranjero. Ahora, los disgustos que asaltan al cabeza de familia son producidos por empresas españolas que especifican en su publicidad: "Sin llamar al extranjero".
Un importante número de empresas autorizadas por el Ministerio de Transportes ha invertido una media de dos millones de pesetas para erotizar a los españoles y buscarles nuevos amigos. Un ordenador; el pago a Telefónica de 1,5 millones de pesetas en concepto de enganche; contar con varias líneas telefónicas para que el cliente no espere y, normalmente, una reducida plantilla de caballeros y señoritas que a través de grabaciones o en vivo excitan al oyente son la estructura que sostiene estas empresas, que, a buen seguro, han contado con la curiosidad de los españoles para promocionarse.