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LA SUERTE CONTRARIA

Parapléjico en un derechazo

Una de las secuencias más graves del verano taurino se produjo el 5 de septiembre, en El Álamo (3.000 habitantes). Un novillo de 400 kilos pegó un testarazo en el pecho a Marcial Orgaz Benito, vecino de la localidad, de 60 años. En el momento de la embestida, la plaza entera le animaba a dar un pase con una muleta en su mano. El novillo le cogió y le golpeó, y su cabeza impactó con el suelo. En ese instante, Marcial se partió la médula. Se trata de un accidente similar al que sufrió hace cuatro años el torero salmantino Julio Robles, que utiliza desde entonces una silla de ruedas.El hombre corneado en El Álamo está ingresado ahora en la UVI del hospital de parapléjicos de Toledo. No puede mover ninguna de sus extremidades, y necesita la respiración artificial permanente. Tampoco puede hablar, sólo le rige la cabeza.

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"No había dobladores"

José Luis Cazorla, vecino también de El Álamo, recibió una cornada de 10 centímetros al auxiliar a su amigo Marcial. "En la plaza no había dobladores (los toreros, ex toreros o banderilleros encargados específicamente de hacer los quites en las cogidas y contratados pata ello por el Ayuntamiento que organice el encierro]. Aquí, si ocurre algo con un animal", añade este vecino, "el primero que pueda se lanza a hacerle el quite. Yo tuve la mala suerte de que me enganchó".

En un bar de la avenida de Madrid, en el citado pueblo, un grupo de vecinos de E1 Álamo ratifica ante el periodista que en los encierros de la localidad nunca ha habido dobladores (en contra de lo que especifica con toda claridad el reglamento taurino). "No hacen falta aquí, cada uno sabe lo que se juega en el

coso", manifestó Francisco García. Estas declaraciones contrastan con las del el alcalde de El Álamo, el socialista José María Rodríguez. Éste aseguró que se cumplía a rajatabla el reglamento, con la presencia del director de lidia (un torero profesional) y los respectivos dobladores.

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La hija de Marcial, Alicia, estaba en la plaza en el momento del accidente de su padre. "Le gustaban los toros y salió a la plaza con una muleta. Le dio un lance, pero yo veía que le cogía", agrega Alicia quien asegura que la culpa fue de él.

Alicia afirma también que el Ayuntamiento se ha portado fenomenal con la familia y que lo que ha ocurrido es uno de los riesgos de los encierros.

Otro de los heridos graves del verano es Felipe Jesús Asenjo, que fue empitonado en la femoral por un toro durante el segundo encierro de las fiestas de Parla. Este joven de 24 años se recupera en el Hospital Universitario de Getafe. Según comentan los médicos, tenía la misma connada que Paquirri (el torero muerto hace 10 años en Pozoblanco, Córdoba). Los doctores aseguran que el próximo mes se le podrá dar de alta.

Otros de los heridos graves son Luis Castejón, que recibió tres cornadas durante la vaquilla de capea en Arganda, y Jose Antonio Moreno Mingo, que fue tornado en Mejorada por una res que la atrevesó el muslo.

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