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El enviado de la ONU teme que la confusión sobre la fuerza rápida provoque otra Somalia en Bosnia

El enviado especial de la ONU en la antigua Yugoslavia, Yasushi Akashi, reaccionó ayer a la creación de la Fuerza de Intervención Rápida (FIR) en Bosnia, que debe entrar en funcionamiento a finales de mes, pidiendo la máxima "prudencia" a la hora de poner en marcha su mando y control. Akashi evocó el riesgo de que se cree una "confusión" como la que se produjo en la Operación Esperanza de la ONU en Somalia, donde tropas de EE UU bajo el mando de sus jefes naturales actuaron como fuerza para restablecer el orden, lo que condujo a enfrentamientos directos con los somalíes y a su retirada final. Medios diplomáticos apuntan a que la FIR tiene como misión encubierta preparar una eventual retirada de los cascos azules.

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Akashi aseguró tras lanzar su advertencia que la constitución de la fuerza "es una buena cosa si refleja plenamente las necesidades y las exigencias de Unprofor [Fuerza de Protección de las Naciones Unidas]". Un diplomático occidental en Zagreb, la capital croata, que quiso mantenerse en el anonimato, comentó que "estos refuerzos no tienen más que un objetivo: facilitar los medios para abandonar Bosnia si es necesario". Añadió que la retirada sería sangrienta y poco gloriosa, además de gratuita, y que la iniciativa es hoy "de los terroristas" (los serbobosnios).Los estados mayores de la ONU, de la OTAN y de EE UU estudian desde hace meses la eventual evacuación de los casi 24.000 cascos azules de Bosnia. El plan de la OTAN prevé la intervención de un ejército de más de 40.000 hombres, entre ellos 25.000 norteamericanos. La primera fase, ya en marcha, contempla el despliegue de técnicos en Croacia y en el sur de Italia. La segunda, que puede haber empezado sin querer decir su nombre, es el envío a Bosnia de tropas suplementarias.

Fuentes diplomáticas consideran que en ese marco se inscribe la creación de la FIR el sábado por los ministros de Defensa de la OTAN y de la UE. Esta fuerza tendrá entre 4.000 y 5.000 soldados y dispondrá, además, de dos brigadas de reserva: una británica (la 24a Brigada Aeromóvil, con unos 4.000 soldados) y otra francesa. Por tanto, en pleno funcionamiento puede contar casi con 10.000 soldados. La FIR estará equipada con helicópteros de combate, blindados y artillería, y tendrá el apoyo aéreo de la OTAN.

La FIR será, pues, esencialmente franco-británica, y los demás miembros de la OTAN y de la UE prestarán apoyo logístico, como es el caso de España, que se limitará por el momento a prolongar durante tres meses la cesión de sus aviones puestos a disposición de Unprofor. Estados Unidos también prestará apoyo logístico (entrenamiento, helicópteros de ataque, satélites de información e interpretación de datos). El presidente Bill Clinton precisó el sábado que la eventual intervención de tropas norteamericanas sólo se produciría en una situación de emergencia y de forma "temporal y limitada".

Los objetivos declarados de la fuerza son acabar definitivamente con el asedio de Sarajevo, reinstaurar la zona de exclusión total de 20 kilómetros alrededor de la capital bosnia suprimiendo las zonas de almacenamiento de armamento pesado, restablecer la seguridad en los enclaves bajo asedio y reagrupar a los cascos azules más expuestos a los ataques serbios. En caso de que su función disuasiva fracase, la FIR podrá ser utilizada para la eventual liberación de rehenes en cualquier zona del territorio bosnio. Si finalmente la misión de paz de la ONU acaba en fracaso, la fuerza rápida será utilizada para preparar la retirada de los cascos azules.

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El mando operativo

La portavoz de Unfropor en Sarajevo, Myriam Sochacki, dijo ayer que el mando operativo de la fuerza de reacción rápida será confiado al jefe de Unprofor en la ex Yugoslavia, el general Bernard Janvier (francés), con base en Zagreb, capital de Croacia. Ese mando lo ejercerá conjuntamente con el general británico Rupert Smith. La fuerza será estacionada en Bosnia y en Croacia en lugares aún por precisar. Sus soldados vestirán el uniforme nacional del país al que pertenezcan y no el de la ONU. Según Sochacki, la fuerza no está sujeta a la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, que tan sólo será informado.Moscú aún no había reaccionado ayer a la creación de la FIR, aunque la semana pasada ya expresó su inquietud ante el proyecto. El Ministerio ruso de Exteriores se negó a hacer comentarios. El jueves pasado, el jefe de la diplomacia rusa, Andrei Kózirev, calificó de "peligrosa" la creación de la FIR, porque "si cualquier otra fuerza llega a Bosnia con la intención de combatir podría producir nuevas dificultades". Yugoslavia (Serbia y Montenegro) también ha acogido con poco entusiasmo la iniciativa occidental. En una primera reacción, Radio Belgrado, estrechamente controlada por el Gobierno de Slobodan Milosevic, dijo que toda intervención militar extranjera al margen de la ONU será "contraproducente".

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