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Los sistemas del Cesid son capaces de controlar mil escuchas a la vez

Los sistemas de escucha del Cesid tienen una capacidad para captar y grabar hasta mil escuchas de radio o teléfono a la vez, según personas que conocen el dispositivo. El corazón del sistema es un gran escáner o barredor de frecuencias comprado a la empresa francesa Thomson. Se trata del modelo ESM-500, adquirido la pasada década, que posibilitó la captación de llamadas telefónicas realizadas desde teléfonos móviles, tarea que hasta entonces requería un seguimiento permanente y escasa distancia del objetivo a espiar.

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El sistema permite un amplísimo control del espacio radioeléctrico. De un lado, el dispositivo barre continuamente las frecuencias de radio, que suelen utilizar servicios extranjeros de espionaje o embajadas, barcos... En el caso de captar una conversación o mensaje, el barredor se detiene y el mensaje es grabado para su posterior análisis (normalmente, para traducir comentarios o frases cifradas).Pero el superescáner de Thomson permite otros seguimientos más problemáticos. Hasta su instalación por el Cesid, la posibilidad de controlar el uso de teléfonos móviles era complicada. Sólo pedía hacerse mediante pequeños barredores portátiles que debían estar en todo caso a cortas distancias -no más de 300 o 500 metros- del teléfono a controlar. Hoy puede comprarse ese sistema portátil en cualquier tienda especializada -por algo más de 400.000 pesetas- e incluso suelen exhibirse en ferias de seguridad, como la celebrada el año pasado en el recinto ferial de Madrid.

Más medios para una fuga

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Hasta comienzos del año pasado la policía disponía de poco más de media docena de esos sistemas. La fuga de Luis Roldán puso de manifiesto la necesidad de contar con más medios y se compró cerca de un centenar de aparatos.

Pero ni la policía ni otros servicios de seguridad sabían que el Cesid estaba desarrollando un sistema mucho más eficaz. El ESM-500, instalado en la sede central del Cesid -en el kilómetro 8,800 de la carretera N-II- se perfeccionó hace dos años y, a partir de entonces, es posible controlar desde la misma sede del espionaje español cualquier número de teléfono que se seleccione, siempre y cuando el abonado se encuentre en Madrid. El superescáner está enlazado con los 60 o 70 repetidores de señales para teléfonos móviles instalados por los tejados de la capital de España. El ESM-500 pone en marcha automáticamente las grabadoras en cuanto se activa uno de los teléfonos seleccionados. Los operarios del sistema, por tanto, no tienen que estar las 24 horas en atención permanente, sino que se limitan a escuchar lo que haya quedado grabado de los teléfonos deseados.

Además, el barredor puede seleccionar de forma aleatoria cualquier otra conversación realizada desde teléfonos móviles. Todas ellas se producen entre las frecuencias de radio 450 y 900 megaherzios. En este caso, el operario del sistema puede o no grabar la conversación si la estima de interés. Quienes conocen el sistema sostienen, por tanto, que no sólo se captan conversaciones al azar, sino otras previamente seleccionadas de acuerdo con el número del abonado, en contra de lo que asegura oficialmente el Cesid.

En los últimos meses, según las personas informantes, el Cesid captaba alrededor de 140 conversaciones diarias.

El Cesid asegura que realiza este tipo de prácticas para, entre otras cosas, descubrir actividades delictivas. En la información publicada ayer por El Mundo se afirma que, a través de grabaciones efectuadas en tomo a la secta Dianética, el Cesid detectó actividades delictivas que no quiso poner a disposición del juez José María Vázquez Honrubia, investigador del caso. "Estoy realmente muy molesto por ese dato", comentó ayer éste, "porque los funcionarios públicos están obligados a colaborar con la justicia".

Hasta hace sólo cinco meses, la policía desconocía la existencia de semejante montaje. En caso contrario, aseguran agentes que participaron en la investigación sobre la fuga de Roldán, habrían pedido inmediatamente la colaboración del servicio militar de espionaje para controlar los teléfonos móviles del fugado, su mujer, sus amigos... Por el contrario, el Ministerio del Interior optó por comprar un centenar de escáners portátiles que continuamente eran despistados por sus víctimas.

Desde hace años, los servicios de espionaje cuentan también con micrófonos direccionales con láser, capaces de oír conversaciones a través de paredes o cristales. El sistema fue conocido en España cuando en octubre de 1981 se detectó que agentes de la CIA captaban conversaciones del Rey en el palacio Real. La Operación Mister, como se conoció entonces, desbarató los planes de la CIA, pero el Cesid conoció así un nuevo sistema de escucha, aún no muy avanzado entonces. El Cesid, de otro lado, también tiene capacidad para controlar comunicaciones privadas a través del fax mediante un sistema ligeramente más complejo que el telefónico.

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