CiU propone aumentar la pugna en el campo de la energía
El programa de Convergència i Unió presta poca atención a las privatizaciones; parece dar por buenas las que se han hecho y no considera si se han agotado las posibilidades de venta. Pero sí, por ejemplo, se ocupa -o se preocupa- de la liberalización del sector energético "y la introducción de competencia". Con más precisión, CiU propone acelerar la liberalización "del sector eléctrico, del gas y de los hidrocarburos, con el objetivo de reducir los costes energéticos, tanto de las empresas como de los particulares".CiU también se declara dispuesto a velar para que "en el marco de la liberalización, los sucesivos cambios accionariales que se han hecho en el sector no tengan consecuencias sobre el nivel de competencia ni sobre la capacidad de elección de los usuarios".
El partido nacionalista está preocupado por la infraestructura energética. Su programa propone "invertir anualmente una cantidad mínima de 250.000 millones de pesetas en todo el Estado para renovar y mejorar las infraestructuras".
Gran parte del programa industrial de CiU parece volcado a aumentar la competitividad del sistema industrial. Por lo menos en los límites de la declaración de intenciones. A esa categoría pertenece su afirmación de que "profundizaremos en las políticas de defensa de la competencia".
El proceso actual de ventas debe ser paralizado
Izquierda Unida es más beligerante en el caso de las empresas públicas. Mantiene que las privatizaciones son "pan para hoy y hambre para mañana", ya que "financiarse mediante la venta de empresas significa dejar de percibir en el futuro los beneficios". IU afirma, además, que "las empresas públicas que han sido privatizadas eran eficaces antes; la diferencia consiste en que, siendo públicas, los beneficios revertían en la sociedad y ahora son para un número reducido de accionistas".Fieles a este criterio, los autores del programa de IU no se andan por las ramas. Proponen "paralizar el actual proceso de privatizaciones", defender "un sector público democrático que promueva un desarrollo económico y social" e impulsar "políticas de retorno a la gestión pública directa de servicios gestionados por empresas privadas".
En otro apartado del programa, IU enfoca otra cuestión estrechamente relacionada con las privatizaciones. Propone "eliminar las concesiones administrativas de más de dos años que imposibiliten un eficaz control, convirtiéndose en privatizaciones encubiertas". Avanza, además, que debe prestarse "especial atención a las cláusulas de los contratos de las empresas privadas que gestionen servicios públicos, para conseguir un control eficaz sobre la calidad del servicio, contrataciones de trabajadores, salud laboral, formación, etcétera".
Comisiones independientes para evitar monopolios privados
El programa del PSOE denuncia las privatizaciones del PP, pero no propone una marcha atrás. "En España, al calor de las privatizaciones realizadas por el PP, se ha producido una concentración de poder, sin precedentes en la historia, en los sectores más relevantes de nuestra economía. Una concentración que actúa en perjuicio de los consumidores y de las demás empresas que compiten en el mercado", dice.Para evitar los monopolios privados, el PSOE propone "reforzar las atribuciones de los organismos reguladores. Se atribuirán a las comisiones sectoriales las facultades de fijar precios y condiciones de acceso a las infraestructuras que constituyen monopolio natural".
Además, el PSOE asegura que "en los servicios básicos recientemente privatizados fomentaremos un número suficiente de empresas independientes y aceleraremos el ritmo de atribución de derechos de elección a los consumidores. En el sector eléctrico, esta medida será efectiva antes del año 2002 para el 100% de consumidores. Asimismo, en el sector del gas aceleraremos el proceso de liberalización de modo que el régimen transitorio acabe antes del año 2002".
El programa incluye la promesa de promulgar una nueva Ley de Defensa de la Competencia para reforzar las funciones e independencia del Tribunal de la Competencia y atribuirle las funciones instructoras que tiene ahora el Servicio de Defensa de la Competencia.
Vuelta de tuerca a los sectores de bienes y servicios
El difuso programa electoral que se conoce del Partido Popular (PP), llamado El compromiso del centro, abunda en propuestas genéricas de profundizar en la "liberalización del sistema productivo" que considera "muy avanzado", pero poco se dice de las privatizaciones, que parecen una idea electoral agotada. El PP afirma que "tendrán prioridad la liberalización y la competencia en los sectores estratatégicos, que afectan a toda la economía (comunicaciones, suelo, energía, transportes, servicios profesionales, etc.)".En el documento Del euro al pleno empleo, el PP insiste in extenso en las declaraciones de liberalización. "El PP se compromete a continuar el camino ya iniciado de reformas estructurales", con dos líneas básicas de actuación: lograr más competencia en los mercados de bienes, servicios y capitales y reforzar la política de defensa de la competencia. Al primer objetivo responden los deseos de aumentar la competencia en el mercado telefónico de las llamadas metropolitanas, mejorar las tarifas de utilización de Internet, conseguir la libertad de elección de los consumidores eléctricos o liberalizar totalmente el gas natural. El segundo objetivo se articula con propuestas más vagas si cabe: profundizar en las iniciativas recogidas ya en la nueva Ley de Defensa de la Competencia.
