Holanda se convierte en el primer país que legaliza la eutanasia activa
El Senado dio ayer el visto bueno definitivo a la ley, que entrará en vigor en otoño
De acuerdo con la nueva ley, la eutanasia no será considerada un delito siempre que el médico actúe respetando criterios muy estrictos: que el enfermo esté sometido a un sufrimiento insoportable sin que exista perspectiva de mejora alguna, que haya expresado de forma inequívoca su voluntad de morir y que el médico pida una segunda opinión a otro colega. Tras ayudar a morir al paciente, el facultativo está obligado a informar de inmediato a una de las cinco comisiones regionales formadas por un médico, un jurista y un experto en ética que estudian el caso y juzgarán si se han respetado los requisitos. En caso contrario, informarán al ministerio fiscal.
Durante la tarde de ayer unos 10.000 fieles de distintas confesiones cristianas, así como judíos y musulmanes, manifestaron con un dramático silencio, sólo roto por algunos discursos, su descontento con el texto sobre el que los senadores tenían que dar la última palabra. La nueva ley contó sólo con la oposición en la cámara de los pequeños partidos confesionales y el cristianodemócrata CDA.
La protesta fue la última expresión de las pasiones que ha levantado la ley en los últimos días. Los senadores recibieron cerca de 60.000 cartas y postales con las que los ciudadanos hantratado de influir su decisión tanto a favor como en contra.
'Creemos en Dios y él es el único que puede decidir sobre nuestra vida', repetían una y otra vez los manifestantes, aunque sabían de antemano que la batalla estaba perdida. Y es que el nuevo texto no hace sino sancionar una práctica que, aunque no fuera legal, estaba tolerada en Holanda sobre la base de 25 años de jurisprudencia y una serie de directrices recogidas por el Colegio de Médicos. Las únicas novedades que incorpora el textop son: la aceptación de una declaración de voluntad previa (testamento vital) por parte de aquellos pacientes que en el último momento no tengan capacidad para manifestar su deseo de morir y la inclusión de los menores, a partir de los 16 años, como capacitados para pedir la eutanasia activa sin acuerdo de sus padres.
Ya e n 1994 se reguló por primera vez la eutanasia activa -por iniciativa de un ministro del partido cristianodemócrata, que ahora se ha opuesto- mediante una ley que, aunque continuaba considerando la eutanasia un delito, permitía que no se castigara al médico que había cumplido determinados requisitos. El facultativo estaba obligado a informar siempre al ministerio fiscal.
Algunos años después, un informe del Ministerio de Sanidad dio la voz de alarma. Un 60% de los médicos que practicaba la eutanasia no lo ponía en conocimiento de las autoridades por miedo a ser tratado como un criminal. La solución, y éste constituyó el segundo gran paso, fue la creación de cinco comisiones regionales de expertos. La nueva ley establece que los médicos que no hayan respetado las condiciones para administrar la muerte dulce se enfrenten a penas de hasta 12 años de cárcel si han participado activamente, y de tres años si se han limitado a proporcionar al enfermo los medios para quitarse la vida.
El año 2000 se comunicaron ante las comisiones, 2.123 casos de eutanasia, según France Presse. La mayor parte, el 89%, fueron de enfermos cancerosos. Las comisiones, que existen desde 1998 y están formadas por un experto en ética, un jurista y un abogado, sólo recibieron la comunicación de la muerte de 10 pacientes que sufrían sida en fase terminal.
La Asociación por la Eutanasia Libre calcula que se registran unos 3.000 casos anuales de muerte asistida, controladas o no, que suponen entre el 2% y el 3% de todos los fallecimientos.
