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Una sonda de la NASA viajará 1,5 millones de kilómetros para estudiar el Big Bang

La sonda MAP de la NASA ha emprendido un viaje de un millón y medio de kilómetros para buscar los orígenes del Big Bang, la luz y el calor que formaron el universo y que puede tener las claves de cuál será nuestro destino. Se trata de un viaje en el tiempo en busca de la luz más antigua del universo, en el que los científicos esperan aprender la verdadera historia del cosmos. La sonda MAP, las iniciales en inglés de Prueba Anisotrópica de Microondas, despegó el sábado desde Cabo Cañaveral, en Florida, a bordo de un cohete Delta 2. La nave ha costado 145 millones de dólares y viajará durante cuatro meses para obtener mediciones precisas del rastro que dejó la gran explosión del Big Bang hace más de 14.000 millones de años.

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Cuatro veces más allá de la órbita de la Luna, los sensores de la nave podrán captar la luminiscencia dejada por el estallido que formó el universo en sus primeros momentos de vida. Pero esa luminiscencia, en forma de microondas de energía, puede haber viajado hasta una distancia de 14.000 millones de años luz, hasta lo que se llama el horizonte del universo en el modelo hipotético del Big Bang.

La 'materia visible'

Según ha explicado Alan Bunner, uno de los científicos de la NASA que participan en este proyecto, desde la década de los sesenta se tiene constancia de la existencia de un tipo de radiación brillante y uniforme que atraviesa el cosmos. Las observaciones han permitido detectar ligeras variaciones en la energía de microondas, lo que se denomina diferencias anisotrópicas en la densidad del universo primitivo. Los físicos sostienen que esas diferencias en la densidad del universo primitivo podrían haber dado lugar a la formación posterior de las galaxias, los planetas y todo lo que denominamos materia visible.

Los datos que obtenga la sonda MAP permitirán buscar respuestas para las preguntas fundamentales acerca del universo: de qué está compuesto, qué forma tiene y también si finalmente se colapsará o no. Los astrónomos creen tener una imagen aproximada acerca de cómo es el universo, aunque todos sus cálculos sobre su topología son teóricos y basados en los dos principios fundamentales, la teoría de la relatividad y el principio cosmológico. Sobre su forma se maneja la posibilidad de que sea curvo como una bola y, por tanto, con un principio y un fin; plano, lo que le convertiría en infinito, y con forma de silla de montar, en cuyo caso tendría una curvatura negativa, pero sería infinito también.

En cuanto a la fuerza de expansión que lo impulsa, los científicos sostienen que podría ser la denominada energía oscura la que está provocando la expansión del universo. La energía procedente del Big Bang puede contener los fósiles que den respuesta a estas cuestiones, la información que permita entender cómo es el descomunal espacio en el que se encuentra la Tierra y el sistema solar, junto con miles de millones de sistemas y galaxias cuya existencia sólo se puede deducir de los cálculos matemáticos.

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