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ESPACIO

La sonda encargada de recoger muestras del Sol atrasa su despegue por mal tiempo

El objetivo de la misión es recoger muestras de viento solar que es el origen del Sol, los planetas, y las legiones de cometas y asteroides que vagan por nuestro sistema solar

Está previsto que en octubre de 2001, después de recorrer un millón y medio de kilómetros, Genesis comenzará a atrapar muestras de vientos solares que están en el espacio intersideral. Durante dos años y medio, la sonda orbitará alrededor del famoso punto de Lagrange L1, donde la atracción gravitacional de la Tierra y el Sol se compensan.

En 2004, después de 32 millones de kilómetros recorridos, Genesis traerá a la Tierra su cargamento precioso: entre 10 y 20 microgramos de particulas ionizadas e invisibles.

Al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, la sonda desplegará un inmenso paracaídas y será recuperada al vuelo por un equipo especialmente entrenado en una maniobra digna de una película de acción. Todo ello con el fin de evitar que las partículas se estropeen por un posible impacto con el suelo.

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Los misterios de la nebulosa solar

La misión costará unos 200 millones de dólares, (40.000 millones de pesetas, 240 millones de euros) y con ella los científicos intentarán introducirse en los misterios de la nebulosa solar, una nube de gas y polvo (principalmente hidrógeno y helio) en rotación. Esta nube se fundió en sí misma hace cinco mil millones de años dando lugar al Sol.

Mientras el astro rey tomaba forma en el centro de esta nube, esta misma materia se condensaba más allá para dar lugar, en unas decenas de millones de años, a los planetas y a legiones de cometas y asteroides que pululan por nuestro sistema solar.

La atmósfera solar se pulveriza lentamente y una parte se escapa en una corriente de átomos cargados eléctricamente (iones). Son precisamente estos vientos de materia solar los que Genesis va a intentar capturar al vuelo.

"La composición de los vientos solares nos va a enseñar sobre la composición de las capas externas de la superficie del Sol, que es la misma nebulosa que ha formado los planetas", explica Donald Burnett, director científico de la misión Genesis en el Instituto Tecnológico de California.

La sonda está compuesta por dos paneles solares y una serie de instrumentos muy sofisticados compuestos por materiales como diamante, oro, zafiro, etc., que están destinados a recoger el viento solar. También hay un contador de iones para registrar la velocidad, la temperatura y la densidad de estos vientos; un contador de electrones, un concentrados de iones, que separará y dirigirá los diferentes isótopos de oxígenos e hidrógenos hacia las reservas destinadas a este fin.

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