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MEDIO AMBIENTE

Santa María de Garoña, 30 años de actividad y 10 más de prórroga

Las 9 nucleares españolas generan el 27,8% de la electricidad

La central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en el valle de la Tobalina (Burgos), a 32 kilómetros de Vitoria y a 25 kilómetros de Miranda de Ebro, cumplió 30 años de actividad el pasado marzo. La central, la segunda más antigua de las que funcionan en España (la ubicada en Zorita, Guadalajara, tiene tres años más), es propiedad de Nuclenor, empresa constituida al 50% por Iberdrola y Endesa.

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Se trata de una central de primera generación que ha logrado del Consejo de Seguridad Nuclear un permiso para prolongar su actividad hasta el año 2009. Su reactor es del tipo BWR (Boiling Water Reactor, tecnología General Electric) y tiene una potencia de 460 megavatios. Según datos del Foro Nuclear, que agrupa a la industria nuclear española, la producción bruta acumulada desde su origen asciende a 90.459.149 megavatios-hora; su producción mensual es de 333.797 megavatios-hora, y la producción acumulada en el año 2001 (datos a mes de septiembre) era de 2.552.351 megavatios-hora.

Garoña forma parte de las nueve unidades de producción de energía nuclear que existen en España. En conjunto, las centrales aportaron en el año 2000 el 27,8% del total de la energía eléctrica producida en España.

La antigüedad y la historia del funcionamiento de Santa María de Garoña no se valoran igual desde la industria y desde los colectivos ecologistas que vigilan una actividad que consideran contaminante y peligrosa. Tras el complejo lenguaje de 'paradas automáticas no programadas-disparos' y 'paradas no programadas automáticas y manuales', se ocultan muchos riesgos, en opinión de los colectivos ecologistas; y simples incidentes 'mínimos, convencionales y controlados', según la industria del sector.

El responsable de relaciones externas de Garoña, Elías Fernández, afirma que la antigüedad de la central no guarda ninguna relación con su seguridad, controlada exhaustivamente por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). 'Como Santa María de Garoña existen en Francia más de 20. Las centrales están diseñadas para tener una vida útil de más de 40 años y los norteamericanos y franceses están renovando los permisos para que funcionen incluso más allá de esa edad'. Respecto a la cuestión más espinosa de las centrales, la información pública del CSN sobre 'sucesos en las instalaciones nucleares españolas' sólo recoge una incidencia digna de mención, el 30 de mayo de 1997. En esa fecha, un inspector del Consejo obligó a revisar las válvulas de refrigeración del sistema de seguridad porque en una de las recargas de combustible no se siguió correctamente el procedimiento de revisión y hubo que parar la producción de la planta.

Los incidentes registrados en la información pública de las organizaciones ecologistas es más amplia y abarca desde una alarma general en septiembre de 1974 por un escape en los circuitos de refrigeración; parada de siete meses (mayo de 1976) por rotura de una tubería; fuga de agua radiactiva (febrero de 1980); fuga de agua contaminada al río Ebro (1983) y un incendio de una bomba de aceite el día 2 de agosto de 1990.

La prueba de que el funcionamiento de Santa María de Garoña no es tan correcto como se afirma, según los ecologistas, es que las paradas lógicas (para recargar el reactor de la central) en 20 años deberían haberse situado en 15 y, sin embargo, el reactor habría registrado en ese periodo más de 100 disparos no programados del reactor. Son datos que el responsable de relaciones externas de Garoña incluye dentro de lo que denomina 'demagogia' contra una industria que califica de 'segura'.

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