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Ibarretxe busca un acuerdo con los socialistas que le permita aprobar los presupuestos

Redondo condiciona su respaldo a que el PNV apoye el Estatuto y desaloje a alcaldes de Batasuna

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, afronta su semana más difícil desde las elecciones de mayo y se arriesga el viernes a sufrir su primera gran derrota parlamentaria, que le obligaría a gobernar con una nueva prórroga de los presupuestos que pactó en 1999 con EH. Los 36 votos del Ejecutivo tripartito en minoría (PNV, EA e IU) no bastan frente a los 39 de la oposición. El Gobierno vasco sigue cifrando todas sus expectativas en un cambio del PSE, pero sin acceder a sus condiciones políticas. El ejecutivo reprocha al PSE sus coincidencias con PP y Batasuna y le reta a buscar una mayoría alternativa con ambas fuerzas.

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Siete meses después de las elecciones autonómicas, Ibarretxe puede sufrir esta semana una trascendental derrota parlamentaria y encontrarse con la devolución del proyecto de Ley de Presupuestos de su Gobierno para 2002, cuando aún tiene abierto otro frente de riesgo, la renovación del Concierto Económico, cuyas negociaciones se reanudan hoy.

Ambas cuestiones están en manos de la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, pero sus oficios no han dado resultado. Pese a ello, fuentes de la presidencia del Ejecutivo autónomo descartan que Ibarretxe vaya a tomar en persona las riendas en la recta final de la negociación, para evitar interpretaciones sobre la supuesta desautorización a su número dos en el Gobierno, aunque 'seguirá muy atentamente todo lo que pase esta semana'. La Cámara de Vitoria debate el viernes las enmiendas a la totalidad a las cuentas. Ibarretxe necesita como mínimo la abstención (o la ausencia en la votación) de uno de los tres grupos de la oposición. Populares, socialistas e independentistas registran hoy sus enmiendas a la totalidad.'Les esperaremos en los presupuestos', decía en privado un significado socialista cuando Ibarretxe decidió de nuevo formar un Ejecutivo nacionalista en minoría, que luego incluyó además a IU, grupo político que compite directamente con el PSE en el espacio por la confianza de la izquierda vasca. Ahora el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, dice claramente que su grupo podría permitir la aprobación del proyecto si el PNV pacta una política de unidad democrática frente a ETA, el desalojo de Batasuna de las alcaldías en que gobierna en minoría y el fortalecimiento de la vía estatutaria, pero no quiere saber nada con EA y con IU.

El PSE no oculta que todo sería más fácil para Ibarretxe 'sin la IU de Javier Madrazo en su Gabinete' y no dejan de recordarle que a tiempo estuvo de construir un Gobierno fuerte y mayoritario. Los socialistas rechazan que ahora se les responsabilice de lo que debe resolver el Ejecutivo. Al tiempo, le pasan a Ibarretxe factura por haber prescindido de ellos y haber actuado hasta ahora como si disfrutase de mayoría absoluta.

Ninguneo

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Este ninguneo ha hecho que hasta los dirigentes socialistas más partidarios del acercamiento al nacionalismo se inclinaran por presentar la enmienda de devolución, que fue aprobada por unanimidad, tanto en la reunión del grupo parlamentario como en la de la ejecutiva.

La presidencia del Gobierno vasco responde que si los socialistas no están en el Gabinete es porque no quisieron, separan la negociación presupuestaria de cuestiones políticas para las que 'existen otros foros' y defienden a sus socios cuestionados por el PSE. Los propios socialistas están convencidos de que los movimientos de última hora son improbables, dado que el cumplimiento de sus condiciones 'abocaría a Ibarretxe a una crisis en su gobierno con EA e IU'. Fuentes socialistas recordaban ayer que no ha habido nuevos contactos desde la infructuosa reunión que dos de sus dirigentes mantuvieron con la vicelehendakari el miércoles pasado.

El argumentario nacionalista se centra en la necesidad de los votos de Batasuna para bloquear la acción del Gobierno, en recordar a Redondo su compromiso de no utilizarlos ni para sacar adelante iniciativas ni para propiciar derrotas del Ejecutivo y en interrogar al PSE sobre el punto de articulación de su acción conjunta con el PP y los independentistas.

Fuentes del Gobierno señalan que la condición socialista de que Ibarretxe abandone la vía soberanista para facilitar la apronación de los presupuestos con su abstención se reduce al 'uso de un eslogan para encubrir una oposición no constructiva' y resaltan la contradicción de que el PSE sí esté dispuesto a pactar con el PNV los presupuestos de las diputaciones, 'cortados por el mismo patrón y parecidos en su contenido, como gotas de agua, a los del Gobierno'. Ibarretxe sólo ha logrado aprobar unos presupuestos desde que Gobierno. Fue a finales de 1999, con alto el fuego de ETA, gracias al apoyo de EH, ahora Batasuna.

Idoia Zenarruzabeitia y Juan José Ibarretxe, en el Parlamento vasco.
Idoia Zenarruzabeitia y Juan José Ibarretxe, en el Parlamento vasco.SANTOS CIRILO

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