'¿Y si el 31 a la noche los despedimos a ellos?'
'Mantengamos la cacerola alzada y alerta', dicen los mensajes por correo electrónico. Se debate por Internet. '¿Y si el 31 a la noche, en vez de despedir el año vamos a la plaza de Mayo y los despedimos a ellos?' Para tres millones de argentinos, la Red se ha convertido en una vía de comunicación segura y eficaz. El discurso básico de la bronca se elabora con frases cortas, repetidas una y otra vez, a los que buscan causas y razones: 'Es la gente, somos nosotros, nadie nos representa, nadie nos convoca. Estamos hartos de tantos ladrones, del saqueo de los políticos, de la impunidad, de la injusticia. ¡Que se vayan todos, la Corte, Menem, Rodríguez Saá, Duhalde, Ruckauf! ¡Que venga gente nueva, decente. No vamos a parar hasta lograrlo!'
El ultramenemista y ex miembro de la Corte Suprema Rodolfo Barra y su esposa fueron perseguidos, abucheados y obligados a huir de un centro comercial, protegidos por la guardia de seguridad. Tres días después del cacerolazo que acabó con el ministro de Economía Domingo Cavallo y luego con el presidente Fernando de la Rúa, en la Red circulaba ya la transcripción de una investigación, emitida hace dos años por la televisión argentina, sobre la provincia de San Luis y los Rodríguez Saá. Las denuncias son demoledoras. Los mensajes se reenvían a toda la libreta de direcciones. 'Hay que soplarles en la nuca'. Un cronista reproduce el titular de una información del periódico La Nación, donde se lee: 'En Mendoza, un restaurante no atenderá a ningún político' y sugiere difundir la iniciativa para que no les reciban en ninguna parte.
La diputada Elisa Carrió, candidata a presidente del ARI (Alternativa para una República de Iguales), partido que encabeza las encuestas en la capital federal, propone 'un acto constituyente' para remover a los tres poderes del Estado, porque 'no basta con la salida de algunas figuras cuestionadas del Gobierno. La gente quiere más: exige una nueva República'.
