Rodríguez Saá abandona la presidencia al no lograr el apoyo de los peronistas
La renuncia, tras una semana en el cargo, ahonda la grave crisis que vive Argentina
El presidente provisional argentino, Adolfo Rodríguez Saá, anunció a las tres de la madrugada (hora peninsular española), su dimisión irrevocable. La decisión se produjo tras la reunión que el presidente celebró con los gobernadores provinciales peronistas, que le impusieron un nuevo Gobierno y a los que Rodríguez Saá acusó de anteponer los intereses personales a los de la nación. Según la Constitución argentina, el presidente del Senado, el peronista Ramón Puerta, deberá asumir la máxima jefatura de la nación al estar vacante el puesto de vicepresidente. La inesperada decisión de Saá agudiza la grave crisis argentina.
Los gobernadores sugirieron candidatos para formar "un Gabinete de ministros de lujo, con personas de reconocida capacidad sobre las que no haya sospecha alguna y que no tengan prontuario". El único ministro que continuaría en su cargo hubiera sido el de Interior, Rodolfo Gabrielli, ex gobernador de la provincia de Mendoza. Los nombramientos más criticados fueron los del ahora renunciado ex canciller José María Vernet, a cargo del ministerio de Defensa; del secretario de Asuntos Militares, Hugo Franco, y el de Política Sanitarias, Víctor Reviglio. Todos ellos denunciados por supuestos actos de corrupción cuando ocuparon altos cargos en administraciones anteriores. Finalmente, la falta de margen de maniobra que se le dejaba a Rodríguez Saá precipitó su dimisión apenas una semana después de acceder al cargo. Argentina agrava de esta forma su complicada situación económica y política.