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Reportaje:

Kabul deja sin heroína a Las Barranquillas

La multiplicación del precio del opiáceo debida a la guerra afgana aumenta el peligro sanitario por adulteración

Afganistán ya no es lo que era. De ser el productor del 73% de la heroína del planeta en 1999, ha reducido su producción en un 90% en 2001, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Y claro, el mercado lo ha pagado. Tarde, debido al gran stock almacenado allí, pero los precios llegaron a multiplicarse por cuatro en España en febrero.

'Si antes una micra [una dosis de 0,125 miligramos] costaba 3 euros (500 pesetas), hace una semana costaba 12 euros', cuenta Ángel Almeda, trabajador de la ONG Médicos del Mundo. Cada heroinómano necesita cuatro dosis diarias. Desde hace cinco años, Ángel se aposta tres días a la semana en la entrada de Las Barranquillas, un poblado chabolista que es el mayor centro de venta de drogas de Madrid, para dar jeringuillas y asistencia a los heroinómanos. Uno de ellos, conocido de Ángel cuenta que la semana pasada entró droga y ha bajado algo el precio: hasta los seis euros.

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Ángel coincide con el responsable del Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, quien en conferencia de prensa aseguró: 'Los traficantes que traen la droga de Afganistán, están muy tocados como consecuencia de la guerra y a España, que está al final de la ruta, les cuesta llegar'.

Otro efecto: al disminuir la heroína, ha bajado la pureza. 'Está muy cortada. Con paracetamol, ciclofalina, lidocaína, o incluso rayaduras de ladrillo', asegura Amparo Sánchez, vicepresidenta de la ONG, la primera en denunciar la inflación y los problemas que implica. 'Unos han pasado de esnifar la heroína a pinchársela porque el efecto ahora es menor; otros han pasado a tomar trankimazin y otros fármacos', añade

La semana pasada, cuatro yonquis con sobredosis se acercaron a la furgoneta de la ONG. 'Es muy raro que vengan a las afueras del poblado a pedir ayuda', dice Ángel. Los talibanes prohibieron la producción de opio en julio de 2001. Según Robles, 'no lo hicieron por motivos religiosos, sino para vender el gran stock que tenían, aumentar el precio y cobrar de la ONU'.

La falta de heroína hizo que Robles avisara a las Comunidades Autónomas hace dos semanas para alertar sobre un posible aumento en la demanda de metadona. El gerente de la Agencia Antidroga de Madrid, José Manuel Torrecilla, asegura que en noviembre hicieron acopio de metadona 'porque viendo cómo estaba la situación en Afganistán, era previsible un desabastecimiento'. Aunque sentencia: 'Este es un mercado imprevisible. Si desaparece un productor, surgirá otro'.

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