Greenpeace protesta por la recarga de uranio de la central de Zorita
Greenpeace mostró ayer su rechazo por la recarga de uranio que Unión Fenosa, propietaria de la central nuclear de Zorita, tiene previsto realizar en agosto. Diez activistas equipados con trajes especiales y máscaras se situaron frente al Ministerio de Economía, custodiando cinco bidones que simulaban residuos radiactivos y con una pancarta en la que solicitaban el cierre de la central (como muestra la fotografía).
'La recarga puede ser una especie de chantaje de Unión Fenosa para forzar al Gobierno a prorrogar el contrato de la central, que finaliza en octubre', comentó Carlos Bravo, responsable de energía nuclear de Greenpeace. La central de Zorita, la más antigua de España (1968), 'proporciona únicamente 160 megavatios de los 54.000 instalados en la Península', aseguró Bravo.
La directora general de Política Energética y Minas, Carmen Becerril, comentó que el Consejo de Seguridad Nacional remitirá en las próximas semanas un informe al Ministerio de Economía, y en función de ello se decidirá si se renueva o no el permiso de explotación de la central. Agregó que 'todas las centrales nucleares son seguras y cumplen con la normativa vigente sobre seguridad'.
