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Reportaje:RESPALDO AL PLAN HIDROLÓGICO

"El agua con la que se riega es escasa, está contaminada y es cara"

La concentración en favor del acto del PHN aglutinó a agricultores, jubilados y representantes políticos del PP

El agua con la que se riega el campo de la Vega Baja es "escasa, está contaminada y además su coste es muy elevado". Ésta es, en síntesis, la opinión de los más de 7.500 agricultores de esta comarca que ayer participaron en el acto en favor del Plan Hidrológico Nacional (PHN), según fuentes de la organización. El sur de la provincia de Alicante es, según los sindicatos agrarios y la patronal, una de las zonas "más castigadas por la pertinaz sequía". En su mayoría, los agricultores optaron por alejarse de cualquier opción política porque "tanto unos como otros quieren rentabilizar el asunto del agua", criticó Pedro Riquelme, agricultor de la partida oriolana de La Murada. "Están negociando con nosotros, cuando no nos importa la política. Sólo queremos agua", prosiguió Riquelme.

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"Nos movilizamos porque queremos sólo lo que les sobra a otros", manifestó ayer Bartolomé Pérez, un agricultor de uva de mesa de Aspe (Vinalopó Mitjà). Bartolomé es uno de los miles de jornaleros que se desplazaron ayer hasta Valencia desde las provincias de Alicante, Castellón, Almería y la región de Murcia para respaldar el PHN.

Banderas de las distintas regiones dejaban constancia de que el acto iba más allá de una reivindicación autonomista.

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A partir de las nueve y media de la mañana comenzaban a arribar los primeros autobuses, procedentes de los puntos más alejados de Valencia. Otros, sobre todo, ciudadanos almerienses y murcianos, llegaron a la capital un día antes. Entre los desplazados, un poco de todo: desde agricultores muy sensibilizados con las "graves repercusiones" socioeconómicas del déficit de recursos hídricos en la región, hasta jubilados y familias que aprovecharon la jornada reivindicativa como ocasión para viajar gratuitamente a Valencia y participar en el ágape fallero. "Queremos hacer un poco de turismo", comentaba sin reparos una mujer de mediana edad, acompañada de su hija menor.

Muchos otros se sumaron al acto "en solidaridad" con los agricultores y sabedores, recalcaron, de la "carencia de agua", en el litoral Mediterráneo. Este es el caso de José Antonio Meseguer, un industrial vecino de Alicante. "Hay muchos campos que se están abandonando porque no hay agua. Creemos que con el trasvase conseguiremos reflotar los terrenos que están yermos". Meseguer reprochó a los colectivos contrarios al PHN "querer destrozar la agricultura". "Este agua no es, como dicen los socialistas, para los campos de golf, sino para salvar los campos", subrayó.

Joaquín Paredes, agricultor de Orihuela cuya única fuente de ingresos son las patatas, alcachofas y cítricos que cultiva, teme la situación "crítica" que sufre la Vega Baja. "Nos hace mucha falta el agua, hasta ahora sólo nos llega líquido residual", apuntó.

Angelina, de Catral, tilda su situación de crítica. "Mis alcachofas se riegan exclusivamente con la lluvia. Si no se encuentra una solución rápida, esto va a ser muy desastrosa". La situación de José Martínez Ruiz no es mucho mejor. Martínez, un jubilado jornalero de Crevillent (Baix Vinalopó) informó de que en su pueblo mucha gente ha tenido que emigrar por la falta de agua. "La tierra de la Vega Baja está perdida", concluyó.

Según fuentes del comité organizativo de la movilización, más de 20.000 personas de la provincia de Alicante de localidades eminentemente agrícolas se desplazaron hasta la capital del Turia en apoyo al PHN. Un total de 400 autobuses partió, de diferentes puntos de la provincia, sobre las ocho de la mañana para llegar sobre las diez y cuarto de la mañana al estadio de fútbol de Mestalla, desde donde se desplazaron a pie hasta el epicentro de la concentración, en el Paseo de la Alameda. Elche, con 42 autobuses; Villena y Orihuela con 20, Aspe, con 19 y Alicante con 18 fueron los municipios alicantinos desde donde se desplazó un número de habitantes.

Aurora Sánchez, natural de Murcia y vecina de Alicante, posee pocas tierras en las que cultiva naranjos y limoneros. Señaló que se adhiere a la concentración porque "la unión hace la fuerza". "A mí me da igual el lugar de procedencia del agua, pero creo que el Ebro es el río más caudaloso, y mucha de su agua se desperdicia vertida al mar". De la misma opinión es su marido, Antonio Guardiola, albañil de profesión. "Esto es una causa justa. Tenemos que sensibilizar aquellos sectores contrarios al PHN, que temen que este agua sea para regar los campos de golf". Antonio lamenta que los políticos "confundan" a la población ya que, a su juicio, "no han explicado bien las necesidades acuíferas, sobre todo, de Alicante".

Otros decían participar, por vez primera, en una movilización. "Esto es algo justo. Nunca antes asistí a una movilización, pero necesitamos con urgencia el agua y, por eso, vengo a hacer fuerza", comentó Helena Motilla, vecina de Alicante y natural de Albacete. La publicidad en los diferentes medios de comunicación a favor del PHN fue lo que motivó, preferentemente, a los asistentes a participar en el acto. Así, María Ángeles, quien prefirió no facilitar su apellido, negó rotundamente que este acto se haya financiado con dinero público. "Lo que ha hecho

ha sido sacar adelante un proyecto que lleva años paralizado", declaró. A su juicio, el agua que pierden los aragoneses podría servir para regar no sólo las tres provincias valencianas, sino también la región de Murcia.

En la concentración no podía faltar uno de los colectivos claves en la supervivencia de la agricultura valenciana, la mano de obra inmigrante. Entre ellos, R. B., de nacionalidad ecuatoriana, trabaja en Mutxamel (L'Alacantí) en el tratamiento del tomate, desde hace dos años. "La empresa para la que trabajo nos indicó que era necesario que participáramos en el acto, porque es necesario para el mantenimiento de los cultivos". Fue el propio encargado, dice, quien les gestionó la marcha a Valencia. "Queremos agua, agua para todos, agua para los campos, no entendemos de PHN, sólo sabemos que nuestra empresa necesita que haya agua para regar los campos y que hay mucha tierra seca". Boris Guerrero, colombiano, y Julio Díaz, ecuatoriano, participaron ayer en la concentración. Llegaron en autobús desde Almería, donde trabajan, incluidos en el cupo de extranjeros, para la empresa PrimaFlor. La compañía tiene unos 1.500 empleados, el 50% inmigrantes, de los que alrededor de 350 son ecuatorianos y colombianos, 150 estuvieron en la jornada reivindicativa. "La empresa nos ha dado una bolsa con una camiseta, tres bocadillos, agua y fruta. Nos ha facilitado el autobús y, como nos sentimos de aquí porque pasamos en España casi todo el año, queremos también pedir agua, aunque no entendemos demasiado la polémica", dijeron. A pocos metros de ellos, circulaban vecinos de La Nucía, desde donde ayer partieron seis autobuses. Dolores Pastor, Cecilio Velasco, Pedro Devesa y María Cano, ataviados con la camiseta del Ayuntamiento de su localidad, y dispuestos para la paella, insistieron en que "hay que pedir agua, el agua es de todos, la necesitamos, informa Lydia Garrido. Andrés Martínez, portavoz de los regantes de la Comunidad, recalcó que la región, junto con Murcia y Almería necesitan de manera "acuciante el agua". Martínez basó su fundamentación en datos: 30.000 hectáreas de terreno en Alicante se han dejado de regar por falta de agua y para destinarla al consumo humano. En este punto, abundó: "Toda la federación nacional de regantes apoyó sin fisuras el PHN", apostilló.

Antonio Jodar, agricultor de Murcia, señaló que los jornaleros de esta región están atemorizados por la posible pérdida de las cosechas. "Venimos porque, gobierne quien gobierne, queremos que nos llegue agua". Antonio Tobar, otro murciano dedicado al cultivo de la coliflor, la lechuga y los cítricos, critica los altos precios que pagan por un agua "de muy mala calidad". "Estamos pagando el agua a 3.700 de las antiguas pesetas, o lo que es lo mismo 27 pesetas por metro cúbico".

La población rural, sobre todo, de las comarcas del sur de la provincia de Alicante y Murcia se volcaron en el acto. Antonio Pérez, agricultor, reconoció desconocer cual es la mejor opción, pero, añadió, "es lo único que nos ofrecen". Pérez relató que en Aspe la falta de agua impide "que se plante nada".

El presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Valenzuela, corroboró esta tesis. "Sin el PHN no hay futuro para la provincia de Alicante, porque sin agua es imposible que se desarrolle". Una jornada frenética para un buen número de los asistentes. "Estamos secos", resumía ayer Charo Palomares, una vecina de El Campello (L'Alacantí) que esperaba en uno de los laterales a que empezaran los discursos. Su jornada ayer fue maratoniana: salió de su localidad a las siete de la mañana y a las 16.30 debía salir de Valencia de vuelta. Junto a sus vecinas, defendía la necesidad de agua y recordaba que "los socialistas" estuvieron 12 años en el Gobierno "y no se preocuparon de esto".

Durante los discursos también había quien recobraba fuerzas en los bares de la zona. Un grupo de vecinos de La Cañada del Fenollar (Alicante), entre los que había agricultores, funcionarios, autónomos, el alcalde, Juan Molina (PP), que defendía su presencia como "ciudadano" y Francisco Mas, simpatizante socialista, defendían su solidaridad con la escasez de un elemento que a ellos no les afecta. En La Cañada, explicó Molina, hay ocho pozos de agua que sacan 20 hectómetros cúbicos de agua al año para otros pueblos de la zona. Mas, por su parte y a pesar de su preferencia política considera que en este tema "los socialistas no tienen razón. El agua es un bien para todos y hay que compartirla". Antonia Morcillo, una pensionista de 60 años de Cieza (Murcia) llegó con otros vecinos en un viaje patrocinado por el Ayuntamiento y que ha contado con la unanimidad, de todos los partidos con representación en el consistorio local, informa Rosa Biot. "Esto no es política, esto es para todos", defendió.

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