El agua arrastra a los socialistas murcianos

"¡Ha sido el agua! ¡Ha sido el agua!", fue la exclamación más habitual entre los electores murcianos que la noche del domingo trataban de explicar el avance del Partido Popular en la región de Murcia. El batacazo de los socialistas murcianos, que han perdido dos diputados respecto a los resultados obtenidos en 1999, y en contraposición al aumento del PP, que sube en dos diputados regionales con más del 56% de los sufragios de los murcianos, ha obligado al secretario general socialista, Ramón Ortiz, a anticipar que no se presentará a la reelección a su cargo. Un varapalo que incluso ha tenido mayor eco en Izquierda Unida, que ha estado al borde de la desaparición en la Asamblea regional, algo que ha ocurrido en el propio Ayuntamiento de Murcia, donde en 1999 habían obtenido dos concejales.

La tercera mayoría absoluta consecutiva de Ramón Luis Valcárcel, presidente del PP murciano se fundamenta, según los expertos, en la búsqueda de una solución al sempiterno déficit hídrico de una comunidad que tiene como único límite a su desarrollo económico "la ausencia de agua para las explotaciones agrarias murcianas", según el propio Valcárcel.

La sensación de que la economía murciana no tiene freno y los altos beneficios obtenidos del campo, un 40% de la producción de la Comunidad, han catapultado a los populares, que incluso han apoyado económicamente el desplazamiento a Valencia de miles de murcianos para reivindicar la vigencia del Plan Hidrológico Nacional (PHN), y llevado hasta el mundo del deportes el polémico lema "Agua para todos", que han lucido tanto el Real Murcia como el equipo de baloncesto de la capital.

Por eso, el PHN se ha convertido en la auténtica biblia de los murcianos, que cada vez se creen más que su región es "la California del Mediterráneo", tal y como han acuñado los populares.

La importancia de la llegada del agua a Murcia, una comunidad con acuíferos sobreexplotados que tiene riesgo de desertificación en el 99% de su suelo, impacienta a los propietarios de las explotaciones agrarias, que han atraído en los últimos años a más de 100.000 inmigrantes, en su mayoría marroquíes y ecuatorianos.

Por eso, los murcianos han tomado conciencia de la importancia de la llegada de un segundo aporte de agua, ya que el del trasvase Tajo-Segura, compartido con otras regiones, es considerado insuficiente.

Mientras, desde el Partido Socialista de la Región de Murcia (PSRM-PSOE) no se ha podido o sabido dar una solución al déficit hídrico de Murcia. Además, las diferencias de pareceres entre los dirigentes socialistas exasperan a los murcianos, que en los medios de comunicación resaltan la indefinición del propio José Luis Rodríguez Zapatero a la hora de explicar cómo va a conseguir que Murcia "no se muera de sed".

La polémica casi diaria entre los gobiernos de Murcia y Aragón ha logrado avivar los sentimientos más irracionales del regionalismo, llegando a trasladarse incluso al deporte y al mundo de la cultura. Las polémicas entre el vicepresidente de Aragón, José Ángel Biel y el secretario de la Presidencia del Gobierno de Murcia, José Antonio Ruiz Vivo, son el pan de cada día con el que se desayunan los murcianos, ante la indefinición de los socialistas que, reiteran los populares, "dicen una cosa en Zaragoza y lo contrario en Murcia o Valencia".

Los medios de comunicación y la mayor parte de la población de Murcia consideran una de las "mayores traiciones" de los socialistas el intento de frenar la llegada de las ayudas de la Unión Europea a las obras del Plan Hidrológico Nacional, cuestión que ha puesto en punto muerto una ley que anhelan todos sus habitantes.