Cantabria, en manos del regionalismo

Los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, ninguno de los cuales ha logrado mayoría absoluta en la Asamblea de Cantabria, se verán obligados a pactar con un fortalecido Partido Regionalista (PRC) si quieren formar Gobierno.

En las elecciones autonómicas del domingo, tanto PP como PSOE perdieron cada uno un diputado, que fueron a parar a manos del PRC, un pequeño partido regional liderado por Miguel Ángel Revilla, vicepresidente y consejero de Obras Públicas del actual Gobierno autónomo. El PRC, que ya fue en 1999 partido bisagra, ve reforzada su posición a la hora de negociar nuevos pactos.

En la pasada legislatura, Revilla condicionó la alianza con el PP a que el Gobierno central se comprometiera "por escrito" a fijar los plazos de ejecución de la autovía de la Meseta, que unirá Cantabria con Palencia en 2005. Este compromiso permitió a José Joaquín Martínez Sieso (PP) alzarse con la presidencia regional.

Después de cuatro años de gobierno conjunto PP-PRC, que ambas partes consideran positivo, las relaciones entre los líderes de los partidos se tensaron sensiblemente. Revilla recuerda que la última semana de la campaña consistió en un ataque frontal contra él por parte del PP: "Rato y Rajoy, que no me conocen de nada, llegaron a acusarme de ambicioso sin límite".

Después de conocer sus decepcionantes resultados electorales, PP y PSOE se pusieron en contacton Revilla, que tiene la llave del Gobierno regional y aspira a dirigir media docena de ayuntamientos cántabros importantes, para comenzar el cortejo al líder del PRC. La candidata del PSOE a la presidencia regional, Dolores Gorostiaga, la misma noche de los comicios proclamó su "firme voluntad de hacer todo lo posible (...) para hacer gobiernos de progreso estables en los municipios y en la comunidad".

Sus ocho parlamentarios le permiten al PRC estudiar pactos con cualquiera de las dos "multinacionales de la política". Revilla asegura que se reunirá con ambos partidos y que no tienen "compromisos con nadie". Sin embargo, es consciente de lo importante que es para una pequeña región llevarse bien con el Gobierno central.