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Crónica:LA CRÓNICA | LA SUCESIÓN DE AZNAR
Crónica
Texto informativo con interpretación

El peso del País Vasco

Dirigentes del PP creen que Aznar ha tenido más en cuenta la política autonómica que la economía

Soledad Gallego-Díaz

¿Qué ha llevado a José María Aznar a preferir a Mariano Rajoy para sucederle como candidato a presidente del Gobierno antes que a Rodrigo Rato? Muchos dirigentes y relevantes miembros del Partido Popular opinaban ayer que el tema del País Vasco ha tenido un peso fundamental. Rajoy no tiene casi experiencia en temas relacionados con la economía o la política exterior, al contrario que Rato, pero dispone de un currículum mucho mayor que éste en temas como la lucha antiterrorista, la organización territorial y autonómica del Estado o la política de enfrentamiento con el nacionalismo en general y con el PNV en particular

"Aznar quiere que su sucesor base la campaña de 2004 en la situación en el País Vasco", explicaba hace pocas semanas un dirigente del PP que participa en las reuniones de estrategia de su partido. Su heredero, añadía, tendrá que abrazar decididamente el compromiso que le imponga Aznar en ese campo.

"Lo difícil no es tener un candidato para 2004, sino un nuevo líder del partido. Eso son palabras mayores"
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"Si el tema vasco va a ser el punto número uno en marzo de 2004, Rajoy tendrá un papel muy relevante", aseguraba, también, otro dirigente del PP. La candidatura más evidente en ese sentido, la de Jaime Mayor Oreja, quedaba descartada, según su análisis, por una "implicación excesiva" que impedía apreciar otras condiciones exigibles a un "presidenciable".

Con la elección de Rajoy, según explicaba ayer ese mismo diputado, Aznar no sólo se ha garantizado ese compromiso formal sino que, incluso, se ha asegurado "una manera de hacer las cosas" muy próxima a la que él desea, algo que quizás no era tan evidente en el caso de Rodrigo Rato.

Absoluta lealtad

Rajoy no sólo ha destacado por su discreción y por su absoluta lealtad a Aznar, sino que ha venido colaborando con él en temas autonómicos desde los años en que estaban en la oposición. Fue Mariano Rajoy, por ejemplo, quien en 1992 negoció con el Gobierno de Felipe González y en nombre de Aznar, los pactos sobre el desarrollo del Estado de las Autonomías.

El dominio de Rajoy de los temas de política interna no oculta su inexperiencia en temas económicos e internacionales y ésa puede ser la principal fuente de fricciones en la etapa de cohabitación, de casi siete meses, con José María Aznar.

Rajoy nunca ha participado en los debates parlamentarios sobre los presupuestos del Estado (algo que se reservó Aznar sistemáticamente cuando estaba al frente de la oposición) y, hasta ahora, su única intervención en temas internacionales ha sido la provocada por la guerra de Irak.

El vicepresidente primero se ha comportado en esta crisis como la mano derecha del presidente del Gobierno pero sólo en un plano interno, porque nunca le ha acompañado en sus viajes internacionales ni ha mantenido contactos con líderes extranjeros. Así pues, necesita mejorar con urgencia su imagen en ese capítulo, pero se trata precisamente del campo en el que corre más riesgo de tropezar continuamente con Aznar, poco dado a ceder protagonismo en un área en la que se encuentra muy cómodo.

Otra posibilidad de roce durante la cohabitación es la necesidad que tiene Rajoy de irse formando un equipo propio. "El candidato", reconoce uno de sus seguidores, "debe empezar inmediatamente a reunir en su entorno a un equipo de gente solvente, un equipo que sea el suyo si gana las elecciones y llega al Gobierno".

Cuando Aznar llegó al Gobierno tampoco era un gran especialista en economía o en internacional, pero desde el principio se supo que contaba con el apoyo de Rodrigo Rato. "Rato nunca ha rechazado la posibilidad de seguir trabajando en un gobierno presidido por Mariano Rajoy, pero lo lógico sería que el candidato a presidente contara cuanto antes con nuevas caras", comenta un diputado que se considera próximo a Rajoy. "Y, sobre todo, personas que no den la impresión de mandar más que él mismo", bromea

Lo cierto es que el vicepresidente primero se ha rodeado, desde hace años, de un equipo de ocho o diez personas, entre los que ha destacado la actual ministra de Sanidad, Ana Pastor, que le han ido acompañando en todos sus desplazamientos ministeriales. Pero nunca ha contado con un grupo de economistas o expertos internacionales. Lo lógico es que en estos meses se le vayan aproximando muchos candidatos y que el propio Rajoy vaya valorando esas posibles incorporaciones.

"Lo importante es que Rajoy se asegure lo antes que pueda el control del partido", mantiene un veterano dirigente autonómico.

Tiburones políticos

La situación del PP y el reparto del poder interno es ahora muy distinta de la que existía cuando José María Aznar fue elegido candidato a presidente del Gobierno. Entonces los vicesecretarios no tenían casi poder y Aznar consiguió, además, que se le nombrara "vicesecretario ejecutivo" hasta la celebración formal del nuevo congreso. Ahora, y hasta que Aznar le ceda el liderazgo del partido, el candidato corría el riesgo de encontrarse con un secretario general muy potente, Javier Arenas, y con dos vicesecretarios que necesitarían más que nunca asentar su influencia y poder en la organización.

"Aznar encontró hermanitas de la caridad, acomplejados por varios fracasos electorales. Rajoy va a tropezar con auténticos tiburones de la política, tan experimentados como él mismo," reconoce un dirigente popular. Por eso le parece oportuna la fórmula elegida de que Arenas le ceda de momento su puesto a Rajoy. "Porque lo que muchos no se dan cuenta es de que el nombramiento de Mariano Rajoy supone no sólo elegir un candidato a presidente del Gobierno sino, lo que a veces es más difícil, un nuevo líder del Partido Popular. Si Aznar no se desdice de su promesa de evitar la bicefalia en el PP, Rajoy será dentro de pocos meses quien más mande en este partido. Y eso son palabras mayores".

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