Presupuestos para un año electoral

Los Presupuestos Generales del Estado para 2004 entraron ayer en el Congreso. Serán los últimos que se tramiten en esta legislatura y se aplicarán en un año electoral. Pese a que el entorno de la zona euro está cargado de incertidumbres, el Gobierno apuesta por los mismas objetivos que marcaron el actual ejercicio. Déficit cero, crecimiento económico del 3%, creación de casi 300.000 empleos e inflación del 2%, son las metas que ayer defendió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

El equilibrio entre los ingresos y los gastos públicos es, según reiteró ayer Montoro, la garantía de que se puedan cumplir el resto de objetivos. "Nosotros hemos hecho bien los deberes", dijo el ministro, en referencia a otros países como Alemania y Francia, con enormes dificultades para controlar el déficit público y hacer que sus economías crezcan. El Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa en el 1,9% el crecimiento para la zona euro en 2004 y en el 2,8% en el caso de España.

Como ocurrió el pasado año, es la Seguridad Social y sus ingresos por cotizaciones, lo que permitirá al conjunto de las Administraciones Públicas cuadrar sus cuentas. El Estado tendrá un déficit del 0,4% del PIB, las comunidades autónomas y los ayuntamientos ingresán lo mismo que gastan, y la Seguridad Social tendrá un excedente del 0,4% del PIB.

En conjunto, el Estado y la Seguridad Social obtendrán unos ingresos de 216.832 millones de euros, un 5,2% más que el Presupuesto inicial de 2003, y administrarán unos gastos de 220.516 millones, un 4,3% más. Frente a un crecimiento del 6,7% en los ingresos por cotizaciones, la recaudación tributaria aumentarán un 5,3%.

Son crecimientos globales moderados si se tiene en cuenta que se espera un crecimiento nominal de la economía del 5,9% (sin descontar la inflación), con la salvedad de las cotizaciones sociales, que crecen por encima. La moderación de los gastos es superior a la de los ingresos, y según este baremo, los Presupuestos de 2004 podrían calificarse una vez más de restrictivos.

"Estrictos y rigurosos"

El ministro Montoro los presentó ayer como "estrictos y rigurosos", al tiempo que ofrecía otros datos que parecen poco compatibles con la cifra global de incremento del gasto (4,3%). La partida destinada a Justicia crece un 7,5%, el gasto en pensiones un 7,1%, la sanidad un 5,9% y las infraestructuras un 6,4%. En conjunto, el gasto social, que representa la mitad de todo el presupuesto, crece un 6,8%.

En contra de lo que parece, las cuentas "están cuadradas" y no hay gastos fuera del Presupuesto, aseguró el ministro. El déficit oculto es un "invento" de la oposición, ya que "la contabilidad española está vigilada" por Eurostat y por la Intervención del Estado y "todo lo que se gasta está en un sitio u otro". ¿Y los 6.000 millones de euros de deuda de Radio Televisión Española? Montoro se limitó a reconocer que se trata de "un problema" y que confía en que su solución "se pueda avanzar" en la siguiente legislatura, mediante "los apoyos políticos necesarios".

Otra explicación es la sustancial rebaja de la carga de intereses de la deuda como principal fuente de ahorro presupuestario. La cantidad prevista por este concepto para 2004 es de 19.003 millones de euros, un 3,2% menos que en 2003. Es un balón de oxígeno, derivado de la pertenencia al euro, que ha dado margen al Estado para endeudarse más. En 2004, frente a un déficit de caja de 6.800 millones, el Estado va a emitir deuda neta por 10.600 millones.

La inflación también contribuye a presentar un déficit equilibrado en términos de PIB, ya que la referencia es el crecimiento nominal. A más inflación, más margen para gastar. En los Presupuestos de 2004 no hay medidas nuevas para combatir el principal problema de la economía española, el diferencial de precios con la zona euro. Ayer el Banco Central Europeo (BCE) en su informe mensual, pidió a los países con más inflación que adopten medias.

"Hacemos una política presupuestaria estricta y rigurosa para contribuir a la reducción de precios", aseguró Montoro. Sin embargo, partidas como los costes de personal crecen un 5,1% en el presupuesto consolidado (Estado y Seguridad Social) y los gastos corrientes, un 7,9%. El ministro lanzó, pese a estas cifras, un mensaje de "moderación salarial", para el sector privado. Los sueldos de los funcionarios crecerán un 2,7% el año próximo, mientras que las pensiones se actualizarán un 2%, igual que la inflación prevista.

La política fiscal también alentará la inflación. En 2004 la rebaja del IRPF entrará en su segundo año. No habrá actualización para corregir el efecto de la inflación -"la polìtica de este Gobierno no es deflactar, es bajar los impuestos", dijo Montoro-, como es la norma de los últimos años. Los impuestos especiales, que gravan el consumo de gasolinas, tabaco y alcohol se congelan.

El el terreno político, los Presupuestos de 2004 no contarán con el apoyo de CiU. Los nacionalistas catalanes han anunciado que se abstendrán en la votación de las enmiendas a la totalidad, algo que el ministro de Hacienda interpretó en clave "electoral". Respecto del respaldo del PSOE al déficit cero, el ministro se felicitó del efecto "contaminante" de esta idea.